Durante el tiempo que dure la cuarentena en las comunas de Coquimbo y La Serena, el Hospital San Pablo tendrá nuevas modalidades de atenciones, pero sin descuidar las
urgencias que ya estaban programadas. Aclaran que para acudir al recinto los pacientes deberán contar con su permiso correspondiente.
Desde que comenzó la pandemia en el país y en la región, la atención en los distintos hospitales cambió, ahora para evitar las aglomeraciones al interior, se trabaja con horas establecidas, telemedicina, atención domiciliaria y despacho de medicamentos, entre otras medidas.
Pero ahora, la cuarentena impone nuevos desafíos para el personal de salud, y así lo hace ver la doctora Ana Farías, subdirectora médica de atención cerrada del hospital
de Coquimbo, quien señala que «lo primero que hay que aclarar es que durante todo este tiempo nosotros hemos resguardado a nuestro recurso humano teniendo una segregación, y ahora es el momento que ellos den respuesta cuando nuestro hospital está con su máxima exigencia por el Covid».
«Eso significa dejar de lado algunas cosas que veníamos haciendo, como cirugías electivas, casi impostergables, porque debemos tener la disponibilidad de camas y además
el usuario también rechaza la intervención en medio de la cuarentena, y eso nos deja camas disponibles para ver pacientes Covid» agrega.
Respecto a los pabellones, señala que ocurre algo similar, «estándestinados casi exclusivamente para la atención de urgencia, o sea pacientes neurocríticos, quirúrgicos, y es necesario mantener esta actividad con Covid o sin él, y se genera una demanda en esta área no menor».
En cuanto a la hospitalización, sea Covid o no, comenta que «lamentablemente el paciente médico está llegando más complicado, lo que nos obliga a tener a nuestras unidades de cuidados intensivos bastante tensionadas».
«Hay pacientes Covid que ocupan el 80 u 85% de las camas, pero siguen habiendo pacientes no Covid igual de críticos que debemos darle el soporte, y esa es la logística que
nos cuesta sostener en estos tiempos», señala.
Y agrega que «hemos tratado demantener la estrategia, de entregar recetas y medicamentos a domicilio, y ahora con mayor intensidad hay que hacerlo, porque debemos evitar por todos los medios que el paciente concurra a nuestro establecimiento
para algo tan simple que nosotros podemos resolver».
Consultada por las camas UCI, sostiene que «durante toda esta semana hemos intentado trasladar pacientes desde nuestro establecimiento, fuera de la red local, o sea, fuera
de la región, porque las camas críticas de la zona están en un 95% en uso, significa que se libera una cama y hay dos pacientes esperando».
«Hemos logrado enviar a tres pacientes fuera de la región, pero muchos han sido rechazados por la condición más crítica del paciente», puntualiza.
Por su parte, Cristian Vargas, médico y subdirector de atención ambulatoria del Hospital de Coquimbo, explica que «hasta el día martes 28 de julio habíamos desarrollado una estrategia de atención que la habíamos venido implementando desde el mes de marzo con un número reducido de atenciones presenciales, seguimos con todos nuestros
policlínicos realizando atenciones presenciales de las distintas especialidades, pero con un número cada vez más grande de telecontrol, que es la llamada de los profesionales
médicos y otros trabajadores de la salud con videollemadas y atenciones domiciliarias mas reducidas».
Y enfatiza en que «la pandemia nos obligó a cambiar la forma de atención y podemos seguir teniendo aglomeraciones de público al interior del hospital y eso nos ha motivado a
implementar medidas que vayan en relación al distanciamiento físico y de las medidas preventivas para evitar el contagio de Covid-19».
«Desde el inicio de la cuarentena, vamos a mantener el mismo régimen de atención, nosotros como institución de salud y como hospital de referencia regional en algunas especialidades, tenemos que seguir brindando la atención que requieren
nuestros usuarios», concluye.