Hablar de la Ley 20.850 Ricarte Soto es hablar de esperanza y calidad de vida para muchos enfermos de nuestro país. Se trata de un Sistema de Protección Financiero que entrega cobertura para enfermedades con diagnósticos y tratamientos basados en medicamentos, dispositivos y alimentos de alto costo. Al mismo tiempo, trata de una Ley Universal que incluye a todos los sistemas de salud existentes (FONASA, ISAPRES, CAPREDENA, DIPRECA) sin importar su situación socioeconómica, por lo que estas garantías se convierten en un beneficio importantísimo para los usuarios que resultan beneficiados.
Según cifras entregadas por el Servicio de Salud Coquimbo, desde su entrada en vigencia en diciembre del 2015 a la fecha, la Ley 20.850 Ricarte Soto ha entregado cobertura a más de 805 pacientes en la región, lo cual refleja un costo del Estado cercano a los 8.500 millones pesos.
En ese sentido el Hospital San Pablo de Coquimbo ha respondido a su calidad de principal recinto hospitalario de la región, implementando desde diciembre del 2016 una Oficina de Coordinación de la Ley 20.850, la cual ha permitido acreditar cuatro patologías que han ido en directo beneficio de la comunidad, entre ellas: Enfermedad de Fabry, Esclerosis Múltiple, Artritis Reumatoide y Angioedema Hereditario.
Sin embargo, y gracias a un esfuerzo mancomunado con el Servicio de Salud Coquimbo, hoy el Hospital San Pablo ha logrado acreditarse en tres nuevas patologías de la Ley Ricarte Soto, abriendo prestaciones para usuarios que padezcan Enfermedad de Crohn (en las etapas de diagnóstico, tratamiento y seguimiento), Nutrición Enteral Domiciliaria (también en estas tres etapas) y Diabetes Mellitus tipo 1 en etapa de tratamiento.
Este hecho histórico acredita al nosocomio porteño como el único prestador acreditado a nivel regional para tratar estas tres patologías, además de transformarse en el mayor y más importante recinto prestador de la Ley Ricarte Soto en nuestra región con un total de 7 patologías acreditadas por el Ministerio de Salud.
«Ha sido un esfuerzo grande acreditar al Hospital San Pablo en estas tres patologías. Esto significa que los usuarios de la región ya no tendrán que ir a que le hagan prestaciones en los centros asistenciales de Santiago. Fue un gran desafío, porque la exigencia que involucra tanto Fonasa como Minsal para poder acreditarse como prestadores es alta», reconoce Maricella Cerda Tapia, Referente Regional de la Ley 20.850 del Servicio de Salud Coquimbo.
Desde el recinto porteño son cautos en la cantidad de personas que podrían aprovechar estas nuevas redes de cobertura, aunque indican que en una primera etapa al menos 30 personas se verían beneficiadas. «Existe un número aproximado de 20 pacientes que podrían ser beneficiarios en Enfermedad de Crohn. Asimismo, podrían llegar a beneficiarse alrededor de 10 usuarios en Nutrición Enteral Domiciliaria. Para Diabetes Mellitus la situación es diferente, pues dependemos de las confirmaciones que se realicen desde los centros de salud de Santiago y que tengan residencia en nuestra región, ya que para esta patología estamos acreditados en etapa de tratamiento y no en la etapa diagnóstica», dice Mariana Araya Órdenes, Coordinadora de la Ley Ricarte Soto en el Hospital San Pablo de Coquimbo.
Estos potenciales beneficiarios se sumarían a los que actualmente reciben tratamientos de alto costo en el establecimiento por Ley Ricarte Soto, cuyo número alcanza a más de 70 pacientes.