A los ya tradicionales productos y frutos del Valle de Elqui, en forma paulatina se están agregando los huevos de codornices a través de dos grupos familiares de la comuna de Vicuña, uno en Gualliguaica y otro en La Compañía. El abundante sol, el aire puro y la tranquilidad serían factores claves para que estos huevos sean de gran calidad y sabor, incluso mejores que los producidos en otras zonas del país.
En el primer caso participan 7 mujeres, de 10 que eran en un principio, bajo el nombre de Agrupación Pequeñas Aves de Gualliguaica. Comenzaron con 290 aves en noviembre del 2011 con el apoyo de Indap y Prodemu. El comienzo fue difícil ya que poco sabían de estas aves; algunas se les murieron por el estrés, corrientes de aire y el frío, situaciones que fueron evitando y controlando con el tiempo. Desde el presente mes venderán los apetecidos huevos con la iniciación de actividades, pero ya han estado vendiendo a sus amistades y familiares en Vicuña y La Serena, introduciendo con mucho esfuerzo este producto poco conocido en la comunidad elquina a pesar de su gran valor nutritivo.
En este aprendizaje y producción piloto han contado con el asesoramiento de un veterinario aportado por Prodemu, y donde ha tenido que dedicar bastante tiempo a las aves ya que se deben alimentar y asearlas en las jaulas dos veces al día, deben tener mucho cuidado con las corrientes de aire, con el frío en invierno y con los ruidos porque les causa stress. Incluso estas mujeres han tenido que lidiar con los ladridos de los perros porque eso también estresa a las pequeñas aves. La alimentación también es un tema delicado porque si engordan estas aves, dejan de poner huevos.
Rosalía Sandoval, presidenta de la agrupación, señala que decidió tomar esta iniciativa para salir de la depresión en que estaba por la muerte de su madre. «Es un trabajo que requiere voluntad, decisión y perseverancia porque a futuro tendremos las renumeraciones que deseamos y cumplir nuestro sueño de vender en otras ciudades del país e incluso exportar», indica. Para Alicia Labarca, la experiencia ha sido difícil: «Nos costó en un principio, pero ahora estamos empeñadas en surgir como microempresarias», subraya.
Katherine González, es la tesorera del grupo y para ella la crianza de codornices es una actividad sacrificada que necesita de mucho tiempo: «Nos cansamos de ser temporeras y por eso aceptamos este desafío porque queremos llegar a ser empresarias en este rubro», expresa. Liria Pizarro es la vendedora del grupo quien deja las «patitas en la calle», ofreciendo los huevos de codorniz en Vicuña y La Serena. Al respecto manifiesta: «Ha sido una buena experiencia y tengo la esperanza que podamos surgir para el bien de nuestras familias, pero para ello necesitamos dedicarle mucho tiempo».
Un segundo caso de producción familiar de huevos de codorniz es el de Yolanda Carmona Tapia, quien junto a su esposo y sus cinco hijas se dedica cien por ciento a esta actividad productiva en el sector La Compañía, a dos kilómetros al sur de Vicuña. Lleva apenas 3 meses en este desafío, contando con 250 aves y cuya producción entrega en la capital elquina y en La Serena. «Me ofrecieron este proyecto del PRODESAL y no sabía nada de codornices porque siempre crié gallinas, pero me gustó la idea y el desafío de investigar y aprender de estas aves. Aspiro a crecer más en esta actividad y mejorar el proyecto para desarrollar una buena comercialización. Me gustaría contar con un vehículo para salir a vender al interior del valle y otras partes de la zona», cuenta entusiasmada esta dueña de casa.
Todas las mujeres entrevistadas concuerdan en que el abundante sol, el aire puro y la tranquilidad del sector rural del Valle de Elqui, le otorgan una mayor calidad a los huevos de codornices ya que estas aves en este ambiente reciben menos frío por las cálidas temperaturas incluso en invierno y se estresan menos por la poca contaminación acústica.
hola quiero comprar algunas codornizes pero nose donde me podrian indicar el lugar y precio de las aves porfa gracias