Seis son las instituciones educacionales de La Serena, que en junio de este año comunicaron su renuncia a la subvención estatal y su paso a ser particular pagado: Gerónimo Rendic, San José, Cervantes, Saint Mary School y Andrés Bello Pampa y Centro.
Esos colegios adhieren a la modalidad a contar del próximo año.
Según estimaciones de la sociedad controladora de estos dos últimos recintos, entre un 15 a un 20% de sus estudiantes emigrará debido a que no podrá pagar los 160 mil pesos de mensualidad que se les cobrarán.
En junio venció el plazo para que los establecimientos educacionales que son subvencionados, comunicaran a los apoderados su paso a particulares pagados y en consecuencia renunciaran al aporte del Estado.
Mientras que a nivel nacional fueron 77 los colegios que se adhirieron a esta modalidad; en la Región de Coquimbo serán 11 las instituciones.
El Director y socio principal de la entidad sostenedora, de los colegios Andrés Bello, Hugo Araya, conversó con Diario La Región acerca del proceso que les tocó vivir tras el anuncio de esta Reforma Educacional.
ALGO DE HISTORIA
El colegio Andrés Bello funciona desde el año 1982 en pleno centro de la capital regional y desde un comienzo ha sido particular subvencionado.
Sin embargo y tras una decisión tomada por los sostenedores del colegio (una sociedad educacional conformada preferentemente por profesores), prescindirá de los recursos que les entregó el Estado durante 35 años.
– ¿Por qué se optó por dejar de recibir aportes estatales y adherir a esta nueva condición de colegio particular pagado?
«Primero que todo, aclarar que nosotros siempre hemos sido particular. Lo que pasó es que dejamos de recibir la subvención del Estado y ahora, los recursos vendrán íntegramente de los padres y apoderados.
En cuanto a la pregunta, la verdad es que desde que se inició este proceso de modificación a través de la ley de parte del Gobierno, nos opusimos. Esto, porque consideramos que esta Ley de Inclusión tiene un sesgo ideológico claro y esta situación iba a afectar de alguna manera a nuestro proyecto educativo, por lo tanto, bajo esas circunstancias, decidimos mantener nuestro proyecto en forma autónoma».
– ¿Esta situación se conversó con los demás estamentos del recinto educacional, me refiero a apoderados, profesores y alumnos?
«Este proceso lo venimos llevando a cabo hace más o menos tres años… Se viene trabajando desde hace bastante tiempo en forma gradual. Trabajamos en organizar nuestra estructura, hacia donde íbamos. Se habló con los padres y se les comunicó lo que iba a ocurrir. También, a través de los distintos canales de comunicación que tenemos al interior del colegio, se conversó con los profesores».
– ¿De cuánto será la matrícula y la mensualidad a partir del año 2018?
«La matrícula será de 200 mil pesos y antes era de más o menos 130 mil; mientras que la mensualidad pasó desde 68 y ahora, será de 160 mil pesos».
-¿De qué manera estos nuevos costos han afectado o afectarán al número de alumnos?
«Con el dolor de las familias, ya existió un alto nivel de migración del estudiantado. Muchos de ellos querían mantenerse en el sistema educacional del colegio, pero por razones específicamente económicas, tuvieron que migrar hacia otros establecimientos educacionales. Dentro de la administración del colegio ya sabíamos que durante el próximo año iba a haber una menor cantidad de alumnos… hasta el momento, entre un 15 y hasta un 20% de alumnos se están yendo del colegio.
Ahora, también hay mucho interés de parte de los padres y apoderados por ingresar a nuestro colegio. Incluso ya tenemos alumnos con compromiso de matrícula».
– ¿Existirá algún tipo de beca o ayuda estudiantil para los alumnos que permanezcan en el colegio?
«En este ámbito, tres fueron los aspectos prioritarios que vimos en el análisis del cambio de financiamiento. Primero, tratar de apoyar a los alumnos que vienen desde terceros medios con nosotros y que terminan su enseñanza el próximo año. Segundo, mantener a la familia. Nosotros hicimos un gran esfuerzo en la administración, para los apoderados que tienen más de un niño en el establecimiento, pagarán un 50% menos por el segundo hijo matriculado, por el tercero y así sucesivamente. Tercero, determinamos becas para los alumnos que ya están en el establecimiento».
Por último, el director afirmó que este proceso ha sido difícil para la institución que él dirige, puesto que «el proyecto educativo era distinto. Buscábamos tener a alumnos con una realidad socioeconómica diversificada, donde existían alumnos que podían pagar y otros no (…) por lo tanto ha sido muy doloroso… muchos alumnos tuvieron que irse del colegio».