Una serie de reacciones y comentarios ha tenido la información relacionada con los extraños fenómenos que por estos días se producen en el Hospital San Pablo de Coquimbo, específicamente en el sector donde se efectúan los trabajos de demolición de la antigua torre del recinto.
El situación ha sido confirmada por enfermeras del propio recinto, quienes aseguran que desde que iniciaron los trabajos el pasado 22 de agosto se han producido extraños fenómenos.
Pero fueron los trabajadores de la empresa Mario Porzio, a cargo de la demolición, quienes solicitaron la realizaron a una ceremonia religiosa o misa para evitar que siguieran ocurriendo estos fenómenos en los que pudieron observar siluetas extrañas y hasta la presencia de un niño. Esto fue acompañado de la falla inexplicable de algunas maquinarias.
Tras ser consultado, el Padre Cristián Montenegro, Vicario General de la Arquidiócesis de La Serena, manifestó que no hay un protocolo definido ante casos como el que ocurre en el Hospital «San Pablo» de Coquimbo. «En esta situación tendría más sentido bendecir el edificio una vez reconstruido, como forma de agradecer al Señor por el feliz éxito de la obra, como también pedir por todos quienes allí trabajarán y los que serán atendidos. Asimismo, existe una bendición del trabajo, por lo que también se podría pedir a Dios bendiga a quienes actualmente realizan las labores de demolición, como se puede realizar en cualquier tipo de obra o puesto de trabajo, para que Él los proteja de accidentes y luego de realizar sus funciones regresen bien a sus hogares junto a sus familias», destacó el sacerdote.
Además, enfatizó que una bendición la puede realizar cualquier sacerdote o diácono permanente a la (s) persona (s) que la soliciten, ya sea para sus casas, vehículos, oficinas, entre otras. «En estos casos la bendición no va hacia el «objeto», sino que recae en la persona que lo utilizará; la familia, el chofer, el trabajador, quienes le dan sentido de ser al elemento. De la misma manera, cuando una persona siente algún tipo de presencia, debido a que en el lugar habitaron personas que partieron al encuentro con el Señor o allí fallecieron trágicamente, lo que se realiza es una oración por el eterno descanso de sus almas y, asimismo, se bendicen a las personas que actualmente viven o trabajan en el sitio», dijo el Vicario.
HOSPITAL SALVADOR
Pero estas situaciones se han producido en otros hospitales y sanatorios del país. Un caso reciente se produjo en el Hospital Salvador de Santiago.
Al igual que el recinto de Coquimbo, se encuentra en un proceso de demolición, ya que en el mismo lugar se construirá el nuevo hospital.
Previo al inicio de los trabajos, uno de los funcionarios quiso inmortalizar los rincones y pasillos de esa antigua construcción que data de 1871. Es así como logra una imagen de la zona donde antiguamente se ubicaba el pabellón de los enfermos psiquiátricos.
En la toma, aparece la silueta transparente de una persona vestido de terno y parada en la mitad de uno de los pasillos. El lugar estaba completamente desabitado por lo que esa presencia hoy es todo un misterio.
SON TEMAS COMUNES
Contrariamente a lo que se podría suponer, que penen en espacios donde hubo dolor, muerte, sufrimiento, son bastante comunes y conocidos.
Varios lectores nos recuerdan que en la antigua carcel de La Serena se tuvo que hacer un «limpiado», en una ceremonia religiosa con participación de mapuches. «Se escuchaban muchos ruidos, quejidos, gritos», señala Sergio, quien afirma que ese día estuvo junto a autoridades.
Otro vecino de Coquimbo nos recuerda que en el antiguo hospital de calle Videla, cuando estaban demoliendo, se veían muchas imágenes difusas.
«Yo le puedo afirmar que hasta hace poco los trabajadores del negocio que ahí funcionaba, tenían miedo de ir solos al fondo del patio porque escuchaban voces», dice Marco Antonio, vecino del sector.