A menos de dos semanas de una de las tragedias más grandes registradas en la comuna, se han puesto en marcha diversas iniciativas para apoyar a quienes perdieron todo y deben comenzar con sus emprendimientos desde cero.
Los días 13 y 14 de junio quedarán grabados en la memoria colectiva de cada uno de los habitantes de la comuna de Illapel. Los dos devastadores incendios que consumieron por completo la Plaza de Abastos, dejando a cerca de 200 emprendedores locales sin su principal fuente económica y productiva, hoy sigue marcando a fuego a cada uno de quienes lo perdieron todo.
A dos semanas de la tragedia, quienes esa jornada de jueves estuvieron presente y batallando junto a bomberos para intentar salvar algo, miran atrás y reflexionan después de unos días sin respiro.
Para ellos no solamente existe hoy un cansancio físico, sino también emocional. Aunque con los días se han sabido levantar, cuenta una de las afectadas que «les ves las caras, ves alrededor y te das cuenta que están sufriendo. No solamente por la pérdida de algo material. La situación fue devastadora. No hay otra palabra».
Dar apoyo
Pero pese a la adversidad, en menos de dos semanas desde ocurrido este trágico evento, el municipio ha llevado importantes tareas adelante, a través de un plan de trabajo que busca apoyar a los locatarios afectados.
La primera fue la entrega de un aporte social de 400 mil pesos a cada uno de los locatarios para que puedan costear sus necesidades más inmediatas. Pero también la gestión de recursos a través del Gobierno Regional para capital de trabajo con Sercotec, por 940 millones de pesos.
Sumado a lo anterior, este jueves se implementó una feria de emergencia en el sector del estacionamiento interior, ubicado al costado del Cesfam Urbano, que corresponde a una primera etapa, para que los comerciantes puedan vender sus productos en un único lugar y así retomar su actividad productiva, mientras se avanza en una feria con más comodidades y el futuro proyecto de la Plaza de Abastos.
Luz de esperanza
Sin duda una jornada de emociones la vivida esta semana. Para Marcia Olivares, presidenta de Feprac, quien asegura que a pesar de todo lo que ya han llorado, «este es nuestro primer paso para ponernos de pie, nuestra primera señal también al pueblo de Illapel de que estamos saliendo adelante. Lo único que necesitábamos era que nos habilitaran un lugar para seguir trabajando y atender a nuestra clientela, que igual nos estaban esperando», comentó.
Similar opinión entrega Yanet Olivares, delegada de la feria, quien indicó estar feliz luego de estar nuevamente atendiendo clientes.
«Es una luz de esperanza, el puntapié inicial para todo este proceso de crecer, de reemprender y volver a levantarnos todos juntos, porque somos una familia y estamos con todas las ganas de recibir a nuestros clientes con todo el cariño que siempre les hemos entregado, pero multiplicado por mil. Solo tenemos palabras de agradecimiento, tanto para el alcalde como para quienes están detrás, los funcionarios, porque en realidad es un esfuerzo de todos».
El alcalde Denis Cortés dijo que esta es una muestra y un buen ejemplo de cómo la gente logra, después de un drama, ponerse de pie.
«Como municipio sabemos que esto ha sido una tragedia inmensa que ha golpeado a nuestros locatarios y también a toda la comuna. Es por eso que hemos puesto todo nuestro esfuerzo para poder salir adelante, primero buscando los recursos para demoler y los recursos para el capital de trabajo. Sin embargo, lo más importante era ubicar un punto de venta donde los clientes pudieran venir a comprar, así que instalamos esta feria provisoria, que no cumple con todas las normativas como la anterior Plaza de Abastos, pero sin duda es un lugar lindo para venir. Esto es una muestra más de que en menos de 15 días, como municipio, junto a cada uno de los locatarios, estamos dando muestras que nos vamos a levantar».