Imagen Divina se denomina el último trabajo fotográfico del artista coquimbano, Mauricio Toro Goya, la que es presentada por primera vez desde fines de abril, en el salón Blanco del MNBA, donde fue presentado por el destacado fotógrafo y académico Jorge Gronemeyer.
En el mes de septiembre estará en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo de México.
Tras 10 meses de trabajo intenso, guiado por la curadora de fotografía contemporánea Mane Adaro, el autor logró plasmar imágenes de vírgenes latinoamericanas y situaciones de la vida de Jesús, recreando escenas bíblicas en una casona ubicada al interior de Ovalle que sirvió como escenario para el trabajo creativo registrado con la compleja técnica fotográfica del siglo XIX llamada ambrotipo.
El libro con forma y aspecto de Biblia tiene entre sus más de 80 páginas, 7 trípticos que muestra una escena de la Virgen, otra de la vida de Jesús y una particular María Magdalena.
Para estos montajes se contó con la participación de transformistas profesionales los cuales se caracterizaron para cada una de las fotografías, previo un casting en el cual fueron elegidos.
«En Imagen Divina», las vírgenes contemporáneas, son siete y morenas (relacionadas a la conquista de América), representadas por transformistas, los hijos sufrientes de una cultura restrictiva, símbolos del auto-sacrificio que al llegar la oscuridad mudan, se transfiguran, en una identidad deseada y postergada, sexy y provocativa. Vírgenes neo barrocas desvestidas y exuberantes, que posan como diosas y mujeres maravilla, las verdaderas súper héroes de una cultura religiosa condicionante», explicó Mane Adaros.
Las obras serán expuestas en septiembre de este año en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo de México, esta exposición individual ocupará las 7 salas de este importante lugar que fuera la casa del destacado fotógrafo mexicano. Con esta presentación Toro Goya ratifica su fuerte lazo artístico y reconocimiento en el país azteca.
La nueva serie del autor es producto del premio de creación del Fondart Nacional desarrollado durante el año 2012 en la Región de Coquimbo, que contó con un importante equipo de trabajo y apoyo, en la producción estuvo Alejandra Araya, las comunicaciones a cargo Ana María Silva, el asistente de montaje fue Jorge Castillo y la asistente de investigación Belén Varas.