Con chaquetillas amarillas que destaca su condición de “imputados”, los seis jóvenes formalizados por participar del ritual que dio muerte a un lactante en Colliguay, recorrieron las inmediaciones del Fundo Los Culenes.
Fueron divididos en dos grupos de a tres personas, y bajo un fuerte control de Gendarmería, primero fueron llevados a la entrada del fundo, para luego ser trasladados al interior de la casa y luego a la hoguera donde sacrificaron al bebé.
Poco antes de iniciarse la diligencia, por primera vez el cuidador del Fundo Los Culenes, se refirió a la secta de Antares de la Luz.