Bien pudo ser peor, dice una vecina de calle Eduardo de La Barra con Cienfuegos, en La Serena, ya con el siniestro controlado gracias al rápido accionar de Bomberos.
El humo en un local de artículos religiosos (velas, inciensos) y otros productos relacionados, causó pánico en el sector, por temor a que el siniestro se propagara. Y si bien las causas y origen son materia de investigación de la Fiscalía, sí se descartó de forma preliminar una causa eléctrica, «aunque eso es parte de la investigación», dijo el capitán de la Quinta Compañía, Alfonso Becerra.
Afortunadamente no fueron afectados los locales colindantes, «sin embargo, la complejidad se dio debido al entretecho que conecta directamente con los locales de los costados. Pero gracias a la labor realizada por Bomberos no se propagó el fuego, ya que pudimos controlarlo bastante rápido».
Rolando Muñoz, uno de los dueños de local, estaba en su casa cuando le avisaron del incendio, momentos después del temblor que hubo durante la mañana.
«Cuando llegué, me encontré con la arrendataria del local que estaba muy afectada, pero lo bueno es que no pasó a mayores, principalmente porque son construcciones antiguas y hay que tener mucho cuidado con eso».
Sin embargo, remarcó el rápido actuar de los bomberos para evitar que el incendio escalase y destacó que, si el fuego agarraba el entretecho, pudo extenderse hasta el museo, porque es un solo techo.
«Entiendo que bomberos nos hizo una consulta respecto de la ubicación del mobiliario que estaba dentro del local, porque van a emitir un informe, y en unos 15 días más podríamos saber cuál fue el origen del incendio», dijo.
Daño colateral
Otro locatario afectado por el siniestro, es José Esquivel, quien arrienda el local de la esquina, donde opera su agencia publicitaria. Recuerda que le llamó la atención el humo que salía, que en un inicio pensaron que era un sahumerio que estaban haciendo los vecinos…
Su mayor complicación, aparte de las llamas, fue el uso de agua por Bomberos, que afectó de manera directa su negocio, debido a la utilización de artículos electrónicos. Aunque tuvo suerte de que no se le empapara ningún equipo, no podrá usar la corriente en el local, lo que implica que deberá pausarlo hasta nuevo aviso.
«No podremos usar electricidad, que es fundamental para las computadoras e impresoras, así que creo que tendremos que cerrar dos o tres semanas», dijo preocupado.