Fue el tema central de la última reunión de la Comisión Regional de Sequía realizada ayer. En ella participaron los principales actores vinculados al recurso hídrico, agricultura, minería y Obras Públicas.
Es que para nadie es un misterio la creciente necesidad de agua fresca que tiene la Región de Coquimbo y en general gran parte de nuestro país. Dicha demanda se podría incrementar en los próximos años. Es por ello que las autoridades han fijado su vista en nuestro borde costero de 6.435 kilómetro de longitud.
La creación de plantas desalinizadoras es una alternativa que se está desarrollando desde hace muchos años en gran parte del mundo y en nuestro país se tienen algunas experiencias en la zona norte.
En 25 de agosto de 2014, se presentó a la Dirección de Obras Públicas (DOP) la iniciativa privada de obras por concesión denominada «Planta Desaladora para la Cuarta Región de Coquimbo». La iniciativa, que fue acompañada con el respaldo del informe técnico de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), busca que en un plazo de 24 meses se puedan tener todos los estudios que permitan concretar una licitación internacional para su construcción. La cualidad de esta planta es que el agua generada podría ser usada tanto para el sector minero, agrícola y el consumo humano.
Posteriormente, el 4 de diciembre la Intendencia de la Región de Coquimbo expresó que el proyecto era necesario para la región y lo declara de interés regional en la iniciativa en base a informes técnicos que recomendaban la ejecución de este tipo de infraestructura. Además, han entregado su recomendación favorable la Seremi del MOP, DIRPLAN y la DOH.
Desde entonces la iniciativa se encuentra en Santiago a la espera que el Ministerio de Obras Públicas y Consejo de Concesiones la declaren de interés nacional. Este paso es clave para iniciar los estudios bajo la modalidad de concesiones, lo que no requiere de inversión por parte del Estado.
Al respecto, el asesor de recursos hídricos del Ministro de Obras Públicas, Patricio Herrera dijo a La Región que «el tema desaladoras en este ámbito es relativamente nuevo, ha requerido varios análisis y hemos comprometido que vamos a trabajar en el más breve plazo para dar una respuesta a esos requerimientos. Lo que ocurre es que para hacer un símil o una diferencia entre el modelo de concesión para un camino público respecto a lo que podría ser una desalinizadora, requerimos un conjunto de datos nuevos, por ejemplo, las demandas, hacia quién va ir orientado, el sistema de tarifas, etc. Entonces es bastante más complejo y este es para nosotros un tema nuevo. Por ello ha requerido un estudio mayor, pero esperamos definirlo pronto».
En tanto, la seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, afirmó que «esta definición por parte del ministro y una comisión se ha retrasado porque es una idea piloto, única, en ninguna parte de Chile se ha desarrollado, tampoco existe un modelo o reglamento, y por ello ha costado mucho. Por ahora el ministerio ha hecho varios estudios relacionados con colocar una planta por la vía de concesión, quizás de la inversión y después ver quién la puede administrar. El intendente quiere tener una reunión en privado con nuestro ministro para acelerar este proceso».
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