El problema de estas edificaciones tomadas para desarrollar actividades delictuales, ha sido una preocupación constante para quienes viven en sus alrededores.
La inseguridad en algunos sectores de la comuna puerto se ha convertido en parte de la cotidianeidad, al punto de que los vecinos ajustan ciertos aspectos de sus rutinas para prevenir asaltos. Para aquellos que viven en el sector de Lomas de San Ramón, cerca de Tierras Blancas, por La Cantera, caminar a una determinada hora de la noche es un serio problema.
Panorama que se ha ido acrecentando después de que departamentos en construcción quedaran abandonados a su suerte.
En total, más de 400 edificios «que lamentablemente se han transformado, como dicen los vecinos, en un foco de insalubridad y de incivilidades, pues las pandillas se los han ido tomando con el tiempo», señala el diputado Ricardo Cifuentes.
Hoy solo queda la obra gruesa, por cuanto se han robado todo, «aunque lo más grave es que se ha transformado en foco de delincuencia y los vecinos están asustados», agrega.
Reuniones han sostenido, como cuenta Luisa Ibacache Robles, quien reconoce que poco a poco esta problemática se ha ido naturalizando en las vidas de muchos vecinos.
«Esto viene desde hace unos cuatro años, cuando quedaron abandonados y, por lo tanto, los delincuentes se han apoderado de ellos, incluso sacaron todo el cierre perimetral que había. Solo quedan las paredes, porque se robaron lo que había en cañerías, todo el metal. Y el foco de delincuencia se va creando porque existe gente viviendo, gente que entra y sale», se lamenta.
Es difícil vivir así
Reconoce que han luchado bastante como junta de vecinos y que, incluso, en una reunión, el representante de la constructora les dijo que se harían cargo y que pondrían cierres y guardias, «pero hasta ahora no se ha hecho nada y para nosotros es complicado, porque han habido muchos robos».
Lo complejo es que los asaltos suceden a cualquier hora del día, aunque con mayor seguridad y frecuencia por las noches, «porque incluso se siente música en los departamentos, como que hacen fiestas, y de verdad que así es difícil vivir. Antes no era tanto, pues pasaba uno que otro evento, pero ahora se cometen los delitos y las personas arrancan hacia los departamentos…».
Ponerle coto
La comunidad, como asegura Luisa, se enfrenta a un incierto panorama, respecto al abandono que tiene el sector, «fruto de que no existe una línea definida de locomoción colectiva ni transporte mayor, lo que hace que los habitantes, que son de varias poblaciones, se sientan abandonados», afirma el diputado.
Por lo pronto, existe la coordinación para reuniones con la seremi de Transporte, pero también se habló con el director del Serviu, «que ya nos informó que probablemente en febrero se comience a resolver este asunto. Ha pasado demasiado tiempo, estos edificios están muy abandonados y creo que es hora de ponerle coto a esta situación».
Desde Serviu, el director regional Ángelo Montaño, aseveró que este es un proyecto desarrollado por la empresa Pacal, «quienes son los primeros responsables del cuidado y resguardo del terreno y de la edificación existente».
Además, avisó que son ellos quienes deben «resguardar adecuadamente, vigilar y poder precaver situaciones de riesgo que han planteado los vecinos. Independientemente de ello, nosotros hemos cursado distintas notificaciones a la empresa y a la gerencia, con el propósito de que se hagan cargo de la situación actual y se tomen las medidas que corresponde para resguardar no solamente la edificación existente, sino además la relación con la comunidad».
Desde el municipio, a su vez, sostuvieron que se ha reforzado en el perímetro la labor de rondas preventivas que ejecuta la Dirección de Seguridad Municipal junto a Carabineros, las que han incluido uso de tecnologías como drones.
Además, la Delegación Municipal de Tierras Blancas ha sido un colaborador activo en apoyar a vecinos, gestionando reuniones con Carabineros y representantes de la misma constructora.