Organismo ha ejecutado varios proyectos en la región y trabaja en otros, porque justamente Coquimbo es la barrera natural más próxima “que tenemos para que el desierto siga avanzando hacia la zona central…”, cuenta su directora ejecutiva Sandra Gacitúa
El Instituto Forestal (INFOR) lleva más de 60 años fortaleciendo un trabajo asociado a la investigación, la tecnología e innovación. Tiene sede en distintas regiones del país (en Santiago, Biobío, Valdivia, Coihaique y Chiloé), siendo Coquimbo una de las más importantes, pues es la representación más extrema de la zona norte.
Para Sandra Gacitúa, directora ejecutiva del organismo adscrito al ministerio de Agricultura, la sede de Coquimbo es fundamental porque, además, abarca las zonas áridas de Atacama, siendo una macro región.
“El trabajo que se desarrolla tiene que ver con el rol de ir mitigando los efectos de la desertificación en Atacama, pero principalmente en Coquimbo, que es la barrera natural más próxima que tenemos para que el desierto siga avanzando hacia la zona central, que de alguna manera ya se ven los efectos, pero es importante seguir generando estrategias para prevenir el avance”, cuenta.
Por estos días su directora se encuentra recorriendo las sedes en las cuales está el Instituto Forestal, con el objetivo de fortalecer el quehacer de la institución en los territorios y dejando en claro que además de combatir la sequía, también lo hacen con la descentralización, “pues el Instituto Forestal ya está descentralizado porque como directora ejecutiva estoy en la región del Biobío, cuando generalmente todos los directores nacionales se encuentran en Santiago”.
Proyectos
En cuanto a los proyectos liderados en la región, reconoce que a la fecha son varios, aunque uno de los más relevantes está asociado a la flora melífera con el sector apícola.
Precisa que se está retomando una segunda fase y que incluso fue presentando al GORE y solo falta la asignación de recursos, “pero hemos trabajado mucho tiempo en eso. También hay un proyecto que lideramos y que tiene que ver con la osificación de la zona de secano, que son las reforestaciones, principalmente para las comunidades agrícolas y la agricultura familiar campesina, donde generamos unidades de bosques que tienen praderas y que permiten la alimentación del ganado. Sin duda, dos proyectos importantes en la región de Coquimbo, así como los que estamos desarrollando hace poco tiempo con un impacto social grande, debido a que se trabajó con niños en las escuelas vulnerables”.
Lo que buscan como instituto “es que toda nuestra investigación se canalice hacia la sociedad, de manera que no quede entre cuatro paredes, sino que le sirva en particular a este público objetivo, que son los niños”.
Producir plantas
Respecto a futuros planes en la zona, destaca que hay dos que están encaminados y haciendo gestiones.
“Uno tiene que ver con la restauración de la flora xerofítica, y con doble propósito porque tiene que ver con la alimentación del ganado caprino en la región, así como también con la segunda fase y con componentes de más innovación tecnológica para el sector apícola con flora melífera, aunque solo falta la asignación de recursos para poder ejecutarlo con los beneficiarios”
Para el INFOR, que ha estado a la cabeza de diversos proyectos de investigación y desarrollo en la zona norte, uno de los grandes problemas es la escasez hídrica y para combatirlo en la región de Coquimbo, sin duda una de las más zonas golpeadas, dos alternativas: vegetación y bosques.
Ahora se debe llevar a la práctica y es ahí donde la ingeniera forestal y Doctora en Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, aclara que “hemos conversado mucho este tema porque sabemos que la región de Coquimbo tiene una limitante hídrica, pero se puede y como INFOR ya hemos establecido exitosamente unidades demostrativas que precisamente demuestran que tú puedes revegetar suelo erosionado y para eso, hay especies específicas…”.
Explica Gacitúa, quienes se desempeñó en la institución como investigadora, subgerente y gerente de la Sede Diaguitas en la región de Coquimbo, que el Instituto Forestal produce plantas de bajo requerimiento hídrico, de alta tolerancia en suelos que están degradados, “por lo que hay mucha investigación y eso es importante llevarlo a la práctica y para eso, el instituto tiene esta unidad demostrativa en la región. Se puede, pero también hay que incorporar, por ejemplo, el reciclaje de aguas grises, sin duda una tremenda alternativa y que nosotros como sector forestal ya lo estamos implementando en nuestras investigaciones”.
