«Aquí está la escoba», resume un periodista de Illapel, consultado sobre el ambiente social en la zona. «Hay tomas de caminos y al gente reclama por todo, ya no hay diálogos, hay violencia», agrega.
Coincidentemente es similar la opinión de la primera autoridad política de gobierno, la intendenta Hanne Utreras, quien arribó a Salamanca el día lunes para estar ayer intentando construir puentes de diálogo. Lo logró, a medias.
Con voz dramática Utreras llamó a conversar, a considerar el futuro, a no tomarse las carreteras ni caminos «por donde podría necesitarse el paso de una ambulancia, el tránsito de camiones con los alimentos para las escuelas»…
«Fue un trabajo permanente llamando al diálogo para poder conversar, para poder aunar criterios, para poder dialogar, porque ese es nuestro espíritu, hacer llamados al diálogo como única manera de acercar diferencias y resolver situaciones»…
La Intendenta se reunió con alcaldes, con consejeros regionales, parlamentarios, dirigentes del agua potable rural y con vecinos… A todos pidió que sean generosos, que miren el bien común, el futuro de ellos y de sus hijos, que dialoguen, para lo cual ella y el gobierno están dispuestos a ser puentes.
«Nosotros estamos trabajando en cada uno de los aspectos que hemos tocado para avanzar. Queremos un desarrollo sustentable en el tiempo, sin duda», apuntó.
Antes, Utreras había declarado que todos los chilenos son iguales ante la ley y que los fallos son para cumplirlos, a propósito de los conflictos que mantiene la minera con comunidades del Choapa.
«Ha sido una visita bastante provechosa. Quiero señalarles (dijo a la prensa) que esperaba conversar con los dirigentes de los distintos sectores. Con mucha humildad reitero que he hecho tres invitaciones a conversar a los dirigentes, anteayer a las 11 horas, luego el mismo día a las 19,30 y ayer a las 11 en la Gobernación de choapa. No han venido, sin embargo, espero que se promueva el diálogo, la idea de sentarnos a trabajar…»
Explicó luego que toda esta crisis que se vive en Choapa «tenemos que tomarla como una gran oportunidad para nuestra comunidad, en forma sostenible, no defensa de los intereses particulares, sino de la mirada de territorio y a futuro»…
Luego, notablemente interesada en ser bien escuchada, en tono más lento dijo: «Veamos el conflicto como una oportunidad, pensemos en el futuro de nuestros jóvenes, abordemos los problemas de viabilidad, de educación, de salud, los que juntos podremos enfrentar, no en forma individual sino en forma comunitaria, colectiva».