A partir de este año, los consejeros regionales pasarán a ser electos por la ciudadanía el domingo 17. Antes, eran electos indirectamente, pero por los concejales, por lo que era un cargo desconocido para la ciudadanía, pero de importancia, ya que ellos son quienes definen la inversión pública regional, desde la aprobación de recursos para el Estadio La Portada en La Serena, hasta una multicancha en Punitaqui.
Ahora bien, una segunda instancia, la Ley de Transferencias de Competencias para el Gobierno Regional, fue aprobada hace unos días en el Senado, la cual debe esperar para ser votada en la Cámara de Diputados.
Este proyecto –de ser aprobado- propone que los consejeros regionales tendrán responsabilidades muy concretas, como por ejemplo asistir cierta cantidad de horas durante el año; una nueva dieta (sueldo), la que probablemente va a ser superior de la que reciben ahora porque tendrían más obligaciones. También, el consejero regional que trabaje en la parte privada va a tener permiso para ausentarse de la jornada laboral, para asistir a las comisiones y las sesiones del Consejo Regional (Core).
Víctor Tapia, encargado regional de Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), señala que dentro del proyecto de ley, además, «se generará una revolución e innovación de lo que es la administración pública del Gobierno Regional (Gore). Por qué razón, porque actualmente existen decisiones o atribuciones o competencias que están alojadas en los ministerios y direcciones como Indap o la Conaf que están en Santiago. Con este nuevo proyecto de ley, esas competencias y atribuciones se van a traspasar de Santiago a regiones y se van a alojar en el Gore».
Si se aprueba este proyecto de ley, el Gore podría crear políticas como por ejemplo para combatir la sequía. «Entonces, este proyecto se va a adaptar a la situación, a la forma especial, al comportamiento y necesidades de cada región», destaca Tapia.
Alta Dirección Pública
La forma de actuar de cada Gore va a cambiar porque los tres jefes de división que existen (Administración y Finanzas, Planificación y Desarrollo, y Análisis y Control de Gestión), van a ser electos vía Alta Dirección Pública. Con estos tres nuevos cargos se va a profesionalizar todo lo que es el Gore, quitando un sesgo político al momento de elegir a estas personas.
Tapia explica que se crea el nuevo cargo de Administrador Regional (similar al Administrador Municipal), que va a ser el encargado de fiscalizar y verificar que toda la inversión pública se desarrolle en forma eficiente, ejerciendo como una especie de contralor del Gore.
Termina la presidencia
Este proyecto también plantea que este va a ser el último periodo que el intendente va a presidir el Consejo Regional. Con esta nueva ley ya aprobada, el intendente va a salir del Gobierno Regional, va a tomar el rol de Ejecutivo. El Core va a elegir a su propio presidente, uno de sus pares.
Con esta nueva forma de funcionar, el intendente va a poder proponer políticas, marcos, planes de desarrollo e inversión pública al Core. Su función va a ser velar porque todas estas atribuciones y competencias salgan de Santiago y queden alojadas en las regiones.
Unido a las elecciones directas de los cores y la Ley de Transferencias de Competencias a los Gobiernos Regionales, se une un tercer punto, que es la ley de presupuesto 2014, donde el 80% de la participación del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) va a ser denominado de libre disposición, y un 20% van a ser recursos que la Subdere traspasa a los gobiernos regionales, para proyectos de alcantarillado o electrificación, que son las provisiones. Antes, este fondo de libre disposición era solo de un 40%, señala Tapia.
«Muchas veces se habla de la elección directa de los intendentes y gobernadores para descentralizar. Desde esa perspectiva, nosotros no lo consideramos así, ya que no se puede realizar aquello, porque la forma de operar político-administrativa del país está actualmente bajo un régimen unitario, si nosotros planteamos elegir democráticamente a los intendentes, tenemos que cambiar nuestra situación político-administrativa y tener que pasar a un sistema federal, donde cada región sea un estado con sus propias leyes y con sus propias normas. Para ello hay que hacer una nueva Constitución. Eso se realizó, con las leyes federales en el siglo XIX y eso no funcionó», afirma el encargado de la Subdere.