La jornada cargada de energía femenina generó diversos análisis que dieron cuenta de los avances y deudas que aún tiene el estado con la mitad de la sociedad, así como la fortaleza del movimiento que se enaltece en los espacios más íntimos
Este sábado se llevó a cabo una nueva jornada de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, también conocido popularmente como el 8M (8 de marzo). Como ya es tradición, además de diversas actividades gestionadas desde el espectro político para enaltecer la lucha por la igualdad, mujeres en todo el mundo salen a marchar para dar cuenta de las problemáticas que día a día afectan a la población femenina.
Como siempre, la región de Coquimbo no fue la excepción, pues un gran grupo de mujeres salió a las calles locales a inundar el ambiente de la lucha feminista.
En La Serena, tras algunas intervenciones artísticas en el casco histórico, la plaza Buenos Aires, tradicionalmente punto de encuentro de manifestaciones sociales de diversa índole, fue el punto neurálgico de la convocatoria femenina, desde donde se inició la marcha que terminó frente al Gobierno Regional, coloreando la plaza Buenos Aires de morado y verde, colores icónicos del movimiento.
Percepción 2025
De entre las asistentes, Vierussa Pizarro (32), quien es profesora de Historia y tallerista en Educación Sexual Integral (ESI), compartió su impresión respecto al movimiento. Aseguró que, si bien el gobierno actual ha atendido algunas de las exigencias comprometidas, aún falta, a lo que sumó su percepción sobre un retroceso en el aspecto social.
«A partir del rechazo de la nueva constitución, el movimiento feminista se fragmentó; ya no estaban las mismas ganas, muchas tenían miedo de salir», comenta aludiendo a las diferentes situaciones de violencia vividas durante el estallido social.
Junto con sumar el efecto que tuvo el «desencanto» político generado tras el nulo resultado del cambio constitucional, agrega que, al haber tantos frentes de lucha, se produce la sensación de una menor fuerza.
