Al escucharlo hablar suena casi como a algo adictivo, «y lo es», agrega este fotógrafo y cazador de eclipses, que recorre el mundo para vivir emociones únicas. «Es un evento absolutamente increíble», añade.
Ha viajado por el mundo documentando el cielo y a La Serena llegó este lunes para dictar talleres (en la Universidad Santo Tomás) y chequear locaciones para posteriormente regresar el martes 2 de julio.
«Fuimos al Mamalluca y una cosa que me llamó la atención es que en La Serena estaba completamente tapado el cielo, pero salimos unos kilómetros y pudimos ver que todo estaba despejado. Vimos el cielo y la vía láctea en todo su esplendor. También pudimos observar las estrellas y al mismo tiempo el paisaje, y todo me encantó muchísimo. Estoy en lugar privilegiado», indicó.
En todos sus años como cazador dice haber visto seis eclipses y fotografiado cinco. Y cada uno de ellos, asegura, ha sido único.
«En mi vida he visto seis eclipses y el primero fue en Guatemala, en 1991, cuando estaba muy niño, y duró casi 6 minutos. Pero el primero como fotógrafo fue en la isla de Svalbard (Noruega), que es la isla más al norte del planeta, y me cautivó bastante estar en medio de los hielos fotografiando el fenómeno. Luego tuve la oportunidad de ir a la isla de Ternate, en Indonesia, que es un país súper loco, ya que tiene 17 mil islas… Y de igual manera estuve en la isla de Reunión, en Madagascar. Pero el que más me ha cautivado fue el que presencié el año pasado en Estados Unidos, que pude fotografiar y ver en todo su esplendor».
Castro ha viajado por el mundo y capturado con su lente, el majestuoso paisaje y sus atardeceres, pero reconoce que no hay nada más sublime que presenciar un eclipse total.
«Esta fascinación nace por los fenómenos del cielo, porque comencé fotografiando estrellas y la primera vez que hice una fotografía fue en Bolivia y ¡guau!, no lo podía creer, así que empecé documentando la vía láctea, luego las tormentas eléctricas, buscando siempre los mejores lugares en el mundo para poder fotografiarlas. Después conocí las auroras boreales, los eclipses y eso, créame, me transformó completamente. Porque mi vida cambió con el primer eclipse que vi. Quienes no hayan visto uno deben prepararse para que les cambie la vida. Créanme que no pueden quedar ajeno a algo tan hermoso. En mi caso, como paisajista y fotógrafo, estoy acostumbrado a ver cosas lindas. Precisamente viajó para ello. Por ejemplo, estar viendo una aurora boreal es una cosa fantástica, ver un arcoíris en la noche es maravilloso, una tormenta eléctrica o un volcán en erupción son cosas sorprendentes, pero nada se compara con algo tan hermoso como un eclipse.
Entonces sí o sí hay que verlo, sí o sí debes tomar precauciones, pero de que esto cambiará sus vidas, créanme que sí».
Respecto a cómo es la vida de un cazador de eclipses, explica que «lo emocionante de esto es que los eclipses salen de manera caprichosa en distintas partes del mundo, así que siempre tienes que voltear y ver el mapa para identificar regiones que nunca habías escuchado hablar en tu vida. Es el caso de La Serena, donde literalmente te das cuenta que el sol y la luna están poniendo como epicentro de este eclipse a esta región, lo que es genial, porque para un cazador de eclipses significa lanzarse a la aventura, conocer lugares y culturas nuevas y tratar de aprender de las amenazas, porque muchas veces estás en lugares con animales peligrosos o donde las temperaturas son muy altas o bajas, así que todo se vuelve un reto».
Hace 13 años que vive fotografiando estos fenómenos y por eso dice que por nada se perderá el evento del dos de julio, que será especial, muy diferente al resto.
«Este eclipse tiene cosas muy particulares y siempre que vas a ver uno debes mirarlo con tus propios ojos (con lentes solares), conectarte, sentir como baja la temperatura, sentir como el viento corre más fuerte, escuchar a los animales, a la gente que está cerca de ti. Todo es un momento muy especial, pero también vale la pena fotografiarlo. Una cosa fantástica que tiene este eclipse es que estará a tan solo 13°, muy cerca del horizonte, así que es una muy buena oportunidad para poder documentar y poder ver no solamente el fenómeno, sino que también el entorno, así que estoy seguro que van a salir fotografías muy creativas, fotografías que van a aportar muchísimos al mundo y el mundo entero estará comentando lo que ocurrirá en La Serena».
Castro no será el único cazador de eclipse que estará presente el día del evento. Porque serán cientos lo que llegarán para fotografiarlo, pero también para reunirse y compartir, porque bien aclara que ese dos de julio será como un funeral feliz, «donde todo el mundo se reunirá, compartirá y donde todos nos vamos a dar consejos», precisó, no sin antes confirmar que «también estamos analizando la posibilidad de hacer cursos de fotografía en conjunto con la Voz del Norte y el programa radial «La Ruta del Eclipse».