Nos cuenta que desde joven buscó valores y respuestas que al fin encontró en el Islam, convirtiéndose a esta religión el año 2006 en la ciudad de Copiapó. «Para mí el Islam es un mar de conocimientos que enseña muchos valores que se han perdido en la cultura occidental, como el respeto a los padres, a los ancianos y las viudas y los huérfanos, a la vida, a la naturaleza y a los animales», señala.
Como todo musulmán, tiene prohibido alimentarse de cerdo y sangre (prietas); no puede ingerir alcohol ni drogas; y tampoco puede ver programas de televisión que muestre a mujeres semidesnudas. Y su vida de oración es tal vez más intensa que otras religiones o creencias: Cinco veces al día.«La primera oración es alrededor de las 05:30 horas, luego otra a las 13:30 horas, enseguida otra a las16:30 horas, luego otra oración a las 20:30 horas y finalmente a las 22:00 horas.
Todas se hacen en dirección al Este porque en esa dirección está la Meca, la ciudad sagrada de los musulmanes.
En cada oración se reza un texto del Corán, se hacen súplicas por Abraham y su descendencia, se pide guía y dirección a Alá y se piden por asuntos personales», explica Jorge Sánchez.
En cuanto a los ayunos también los musulmanes son rigurosos con los ayunos, quizás más que otras religiones: «Tenemos los ayunos voluntarios que se pueden hace los días lunes o jueves desde la amanecida hasta el atardecer, y en cada uno de ellos entregamos nuestras buenas obras a Alá.
Y también tenemos un ayuno obligatorio que se realiza durante 29 o 30 días en el mes de Ramadán, que es el noveno mes del calendario islámico. En todos los ayunos no podemos comer ni tener relaciones sexuales, sólo en las noches después de concluido el ayuno», precisa.
El Islam tiene otras similitudes con el Cristianismo, como el advenimiento de en un Anticristo, y en la segunda venida de Cristo a quien consideran un profeta y no Hijo de Dios. También creen en la existencia de un anti-dios, Satanás, quien estaría influenciando a grupos extremistas del Islam, como el Estado Islámico (ISIS) y Boko Haram. «El Islam enseña que no se debe matar, sólo como defensa, y que no se debe secuestrar ni torturar», subraya.
Sánchez cada cierto tiempo recibe visita de un «hermano de la fe», proveniente de la Región de Valparaíso: Gonzalo Silva, quien también conversó con nosotros acerca de su conversión al Islam.
«Desde niño estudié todas las religiones, buscando respuestas que las encontré en el Islam. Al encontrar las respuestas se encuentra la paz y en el mundo hay muchos espejismos. Me convertí al Islam en el año 2004 en Viña del Mar; y el Islam te enseña a ser padre, a ser hijo, hermano, amigo».