Cuando la Selección Chilena levantaba la Copa América Centenario en el estadio Metlife de New Jersey, Estados Unidos. En Coquimbo, José Sulantay sentía un orgullo que seguramente era superior al de todos los chilenos.
Para él, la historia de los grandes que hoy visten la roja, se empezó a gestar desde abril del año 2003, cuando le correspondió tomar el mando de la Selección Sub 20.
Relajado, asegura que el triunfo ante Argentina no fue una casualidad y ya lo había vislumbrado cuando los hoy campeones de América hacían sus primeras armas en el fútbol nacional, a los que reconoce como un grupo extraordinario.
¿Cómo vivió este triunfo?
Muy tranquilo. Ya antes había dicho que este partido iba a ser muy duro, porque llegaron las dos potencias. Iba a haber mucho roce y también adelanté que el perdedor iba caer por un error.
¿Qué responsabilidad asume respecto de esta Selección?
Más que nada yo reuní a ese grupo de jóvenes. Por primera vez yo me hacía cargo de divisiones menores, yo siempre dirigí adultos, pero yo quería una selección joven, porque tenía planes para una cosa grande. Eso se lo comuniqué a los jugadores, trabajé para eso y clasificamos para el Mundial de Holanda, dejando afuera a Uruguay. Me recuerdo muy claro y ya había un grupo de jugadores que pintaba para lo que son ahora.
¿Cómo empezó a cambiar su postura frente a los equipos extranjeros?
Empezamos a trabajar la parte sicológica, no sólo de fútbol sino que de todos los temas. Ellos asumieron el cambio y en si en Holanda no logramos un mejor resultado, fue por errores. Allá nos expulsaron a Jara y yo no tenía otro central de esa categoría. Ahí fue el inicio, entre Holanda y Colombia. Dos años después en la selección que fue a Uruguay el equipo ya estaba más completo con Medel, Vidal, Matías Vidangossy, Alexis Sánchez y realmente fue otra cosa. Aunque Jean Beausejour y Claudio Bravo, no estuvieron conmigo. Me acuerdo que a Edson Puch, yo lo hice debutar en Iquique.
¿Cómo era Puch en ese entonces?
Era un joven con unas condiciones espectaculares. Un poquito desordenado, pero un muy buen jugador. Si uno analiza más del 80% de la Selección son jugadores que partieron en ese entonces con la idea de que íbamos a cambiar el fútbol chileno.
¿Cómo pensaba hacerlo en ese entonces, cuando la Selección adulta no estaba en su mejor momento?
Era una cuestión de mentalidad, de ponernos todos de acuerdo para cambiar esta historia.
¿Pero más que mejorar futbolísticamente, esto fue un cambio de mentalidad?
Es que el fútbol es masivo y mira de lo que es capaz. A un país entero lo remece. En Argentina deben estar de muerte y nosotros estamos llenos de vida. Ganar a Argentina antes era impensado, que tuviéramos tantos jugadores en Europa, también era impensado y eso partió en Canadá. Nosotros tuvimos cinco fechas con la sub 20, sin que nos hicieran un gol y ganando siempre 3 a 0. Estos jóvenes estaban acostumbrados, terminábamos con oles de la gente, en todos los estadio y nos ganó Argentina por una expulsión muy rápida de Medel, porque el árbitro como que estaba preparado para cortarnos la cabeza. Pero ahí todos pensaban que iban a llegar a ser los mejores del mundo, como siempre lo decía Alexis Sánchez, se lo pegó a Vidal, Vidal a Isla y ellos a cada jugador que llegaba, le iban impregnando esta idea. Yo creo que el tema del deportista, está en su sicología, ahí está el problema que teníamos los chilenos. Por naturaleza éramos temerosos y encontrábamos medios «puntudos» a los Argentinos, a los Uruguayos y a todos, porque esos jugadores creen en ellos mismos.
¿Cómo trabajaba usted con los jugadores en sus inicios?
Siempre me tomaba unos ocho minutos, para hablar con ellos de distintos temas, incluso personales. Les hablaba de su familia. Qué pasaba con su familia cuando les iba mal. Les buscaba ejemplos verdaderos de lucha, de coraje, de las cosas que tiene el ser humano guardadas y no las saca.
¿Se acuerda de algunos ejemplos que les mencionó?
Uy varias cosas, les ponía como ejemplo a la niña que cayó del tren en Rancagua (Daniela García Palomer) y perdió sus brazos y piernas y hoy es médico. Es decir, les mostraba que nosotros tenemos una potencia que no la explotamos. Con esto los jugadores no sólo tienen una personalidad como futbolistas, sino que desarrollaron una personalidad por sobre el chileno normal.
¿Entonces fue un cambio radical?
A mi me duele cuando dicen «esta generación». El país está lleno de personas como estos jugadores, es cuestión de buscarlos y trabajar.
¿Cómo espera que se mantenga este concepto, más allá de los jugadores?
Ahora estoy invitado a conversar con el Colegio Técnico, en Santiago, para conversar este tema y no se vaya a perder la idea, que creamos a partir del año 2004.
¿Qué sensación tiene usted respecto a lo que están viviendo los argentinos?
Yo me preguntaba qué pasaría con nosotros si hubiéramos perdido. Porque somos todos triunfalistas ahora. Pero en Argentina es peor, lo que dijo Diego Maradona es vergonzoso, que los jugadores no podían volver al país si no ganan, y lo que dijo Carlos Tevez, «vamos a jugar solos, porque no tenemos a nadie al frente», es un chico que no tiene cultura, no tiene nada y hay que perdonarlo, pero así se vive allá y espero que nosotros nunca pasemos a eso.
¿Cómo ve usted el nivel alcanzado por los jugadores?
Esto es algo que traspasa lo futbolístico, si nosotros actuáramos siempre así seríamos mucho más. Cuando hablaba con los jugadores, les decía que se miraran al espejo en la mañana y pensara cuánto valen, cuánto soy yo, que soy capaz de hacer.
¿Es como si se tratara de una relación paternal?
De eso se trata, uno debe tener una relación cercana con el jugador. Conmigo hubo jugadores que lloraron. Como ejemplo a Medel, cuando jugó en Católica cometió un error y lo llamé al segundo piso de Pinto Durán y le dije que se iba a ir, y lloró. Así como con Vidal, con quien pelié toda la vida, era un líder negativo y siento que lo di vuelta para sea positivo.
¿Qué contacto tiene con los jugadores?
Tomé como norma no llamarlos, por los celos de los dirigentes, pero me siento muy orgulloso de sus logros. Pero más que eso es que los tuve ahí y captaron todo lo que hablamos, eso es lo que aplican en la cancha y en su vida. Se nota.
que se cartelea este ! si el juvenal olmos se fijo primero en algunos de estos cabros ! y .ademas ..los entrenadores argentinos celebran los Camêonatos y no terceros lugares como lo hizo este compadre !//y si tanto habla porque no le dice a la ANFP que pongan ahora un entrenaor criollo en la seleccion ahora ?..gran parte de los triunfos son gracias a Bielsa , Sampaoli y ahora este Pizzi ! y ahora este tambien se quiere subir al carro la Victoria !y..no se acuerda que cuando estuvo en Iquique se hizo el enfermo de la cabeza porque estaba Fracasando y lo hizo pa irse , rre buena la estrategia que hizo !y lo de entrenar al Udinese, la Real Sociedad o la seleccion de Canada era pura habladuria nomaahh! y mentiritas nomaaahh! como es habitual en los entrenadores y politicos o no ? un saludo y yo no miento en mis opiniones ..y otros tampoco..
Desde Paraguay escribe Raùl Ramos con el pecho inflado de orgullo y por su intermedio saludo a mi amigo y ex companero en O`HIGGINS se Rancagua Josè Sulantay ya que un gran porcentaje del triunfo de nuestra selecciòn adulta lo lleva èl, ya que me consta acà en Asunciòn cuando vino con la seleccìòn menor en que estaban la mayorìa de estos jugadores, como los conducìa para que sean buenas personas y grandes jugadores a futuro como ahora lo son por eso una gran felicitaciòn y un saludo para Josè desde Asuncion
Saludos desde Asuncion Paraguay Josè Sulantay de parte de Raùl Ramos E.y felicidades eres el maestro de esa seleciòn campeona