“Ahora es el momento indicado para salir de perdedores y comenzar a mirar el futuro con más ilusión. No será fácil, pero tenemos los argumentos para vencer a Santiago Wanderers”, señala el lateral Jovany Campusano, quien no está pasando un grato momento en el cuadro granate por no ser una pieza regular y por la mala campaña del equipo que marcha en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones de la Primera B, donde sólo superan a San Marcos de Arica.
Al igual que Mauricio Salazar, el defensor es uno de los favoritos de la hinchada granate por su buen juego y coraje en la cancha, donde siempre lo entrega todo en pos de la victoria y por no estar a la altura de las circunstancias le duele hasta lo más profundo, “porque siempre he querido estar y meterle con todo, dado que me gusta que la hinchada sienta eso: la fuerza, entrega y también lo mejor de uno en la parte técnica, pero no he podido y duele ver desde afuera que las cosas no salen bien”, apunta.
Sobre el alejamiento que ha tenido de la titularidad, Campusano cuenta que todos los problemas se arrastran desde que lo fracturaron y su posterior operación.
“Todo viene desde ahí, pues jamás tenía lesiones musculares, sin embargo desde que sufrí la fractura que vengo con molestias, pero lo importante es que me sacaron el aparato, si se puede llamar así al tornillo que tenía en la pierna. Es que para un deportista es complicado jugar con un cuerpo extraño, por eso se habló con el doctor para sacarlo”.
Señala Campusano que no es fácil alzar los brazos ante los caturros, porque “vienen de cinco victorias consecutivas, luego de una pobre campaña de muchas fechas sin obtener un triunfo, pero de pronto la suerte les cambió y ahora piensan en la liguilla. Eso indica lo irregular que es el campeonato, donde pierdes tres partidos y quedas en zona de descenso y si ganas tres, te metes en la pelea de arriba. Así que eso esperamos nosotros, un par de triunfos en la recta final y poder respirar con tranquilidad”.
Si Club de Deportes La Serena tiene un plantel competente para estar más arriba en la tabla, el lateral es enfático en señalar que “y para mucho más que eso. Le tengo fe a mis compañeros y a la capacidad del técnico. Si el problema pasa porque de repente pasan cosas raras en la cancha y te encuentras con goles en contra y no hay como cambiar el destino del partido. Pero llegó el momento de ver la vida desde otra perspectiva y eso pasa por ganar o ganar a Wanderers y de eso estamos convencidos. Lo ideal es ahora y no esperar la última fecha para ver si nos quedamos en la categoría o descendemos”.
Sobre la presión que tiene por ser uno de los símbolos del equipo y estar en penúltimo lugar de la tabla, el defensor nacido en la cantera granate sostiene que si bien los jugadores están acostumbrados a eso todos los fines de semana, “por ser de la casa claro que uno tiene una presión extra, que va aumentando por estar en las últimas posiciones. Eso se va trabajando en forma individual y colectiva y ahí es fundamental el trabajo del técnico, que ha reforzado ese trabajo. Él nos transmite confianza y eso nos tiene muy motivados y ahora tenemos que volcarlo en la cancha, donde el triunfo es vital para salir del incómodo lugar en el que estamos”.
Campusano indica que la lesión es cosas del pasado, está muy bien física y mentalmente para ser un aporte “y estos días me han servido para reforzar mi recuperación y estar con mis compañeros. Así que estoy a disposición al cien por ciento. Además, emocionalmente preparado para ser un aporte y así ayudar al equipo a salir adelante”.
Con respecto al apoyo del público, el lateral afirma que será bonito ver el estadio lleno, porque Wanderers lleva muchos seguidores y nosotros tenemos una “hinchada fiel que nos apoya y respalda. Será un lindo espectáculo en las gradas y en la cancha también y esperamos estar a la altura”.
Por último, el zaguero cuenta que el punto de ventaja con San Marcos no sólo lo cuidarán, sino que buscarán con los mejores argumentos aumentarlo, además “que tenemos que enfrentarlos y sumar en el partido pendiente que tenemos. Es decir, la presión es grande y ahí es de vital importancia el apoyo familiar, colectivo y de la hinchada”.
