Para este comité de 296 familias de Coquimbo no fue fácil acercarse tanto al sueño de la casa propia como están ahora. Años de protestas, batallas, tanto con las autoridades como con sus futuros vecinos.
Karol Huerta, dirigenta Comité Valle La Cantera, contó que se sintieron discriminados por el hecho de formar parte de un proyecto de vivienda social, ya que algunas juntas vecinales del sector de La Cantera rechazaron la instalación de su proyecto en su rededor.
La dirigenta señala estar orgullosa de este gran paso, como todos los integrantes del comité, sobre todo porque podrán vivir en un lugar cerca de la ciudad, con locomoción, supermercados, playa, colegios, entre otros beneficios que otorga el lugar que eligieron para vivir.
¿Cómo se origina este comité?
«En un principio nos organizaron en un comité de Vivienda en la municipalidad, cuando recién comenzamos. Fueron ocho años de lucha, peleando con todas las autoridades presentes habidas y por haber, con protestas, manifestaciones, toma de terreno».
¿Y en qué se basaban las protestas?
«Reclamábamos por no tener –primero- el terreno, nos decían que lo iban a comprar. Después que ya nos compraron el terreno, los subsidios nunca llegaban».
¿Siempre pensaron en La Cantera para instalarse?
«Sí, siempre fue nuestro punto fijo. Don Pedro Butazoni era el dueño del terreno, viajamos a Santiago a hablar con él para que él nos vendiera el terreno. En un principio el terreno estaba muy caro y Serviu no lo quería comprar. Después nos bajó un poco el precio y se logró comprar para el comité Valle La Cantera. Después hubo que esperar resoluciones, un sinfín de cosas que eran muy largas. Y siempre las autoridades del gobierno anterior y de este gobierno nos decían que tuviéramos fe, que lo íbamos a lograr, pero ya eran muchos años, pero gracias a este gobierno tuvimos los subsidios, y sobre todo gracias al intendente , porque él fue la piedra fundamental».
¿Y cómo se llegan a agrupar ustedes, dos comités tan numerosos?
«La municipalidad de Coquimbo nos agrupó a todos nosotros. Aunque primero nos dijeron que iba a ser un proyecto de casas y departamentos, porque había funcionarios municipales postulando, pero esto se desestimó porque los funcionarios municipales no podían postular a viviendas sociales, y después de ahí quedó el comité Valle La Cantera, y aunque en un principio éramos nueve comités, finalmente quedamos dos (Pablo Neruda y Santa Adriana), con 296 familias».
¿Les costó mucho ahorrar para la casa propia?
«En un principio nos pidieron $240.000, después subieron a 400 mil y ahora terminamos con $700 mil, pero en los ocho años ya se ha juntado todo el dinero y todos tienen el ahorro».
¿Ustedes se sienten como una imagen de integración?
«Los proyectos sociales siempre tienen que ser integradores, no se puede marginar a la gente por ser del primer o segundo quintil».
