Una ofensiva ha estado levantando el sector liderado por el diputado Gabriel Boric al interior de su colectividad, Convergencia Social. En conjunto con su par Gonzalo Winter y la tendencia liderada por Diego Ibáñez, los dirigentes delinearon una estrategia con el objetivo de disputarle la presidencia al lote de la actual timonel, Gael Yeomans, en las elecciones internas del partido que tendrán lugar las primeras dos semanas de agosto.
La apuesta se da luego de que el legislador por Magallanes fuera protagonista de una de las peores crisis de la colectividad que él mismo fundó y a un año de que la candidata apoyada por su sector perdiera contra la diputada Yeomans en los comicios internos de 2019.
En ese contexto, los sectores de los parlamentarios se reunieron y comenzaron a buscar las distintas alternativas entre sus filas para aunar esfuerzos y alcanzar la presidencia. Y, luego de distintas conversaciones, los sectores definieron formar la lista “en común” y levantar como candidata a la actual encargada de la macro zona centro, Camila Arenas. Desde el otro lado, el sector de la actual timonel será representado por una de las dirigentas del Comité Central, Alondra Arellano.
“Hoy comienza el proceso de elecciones internas y renovación de la Convergencia Social. Nuestro movimiento está más vivo que nunca, debatiendo mucho y fortaleciéndose para el futuro. Éxito para todas las candidaturas”, sostuvo hoy el diputado Ibáñez, a través de su cuenta de Twitter.
Así, con esta apuesta, dicen en el partido, el diputado Boric buscará “recuperar” el liderazgo al interior de su colectividad, el que se vio mermado luego de que decidiera firmar el acuerdo por una Nueva Constitución “a título personal”, pasando a llevar la decisión de su colectividad de retirarse de esas negociaciones. Su rúbrica, incluso, provocó una crisis interna y una disputa con el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien renunció a su militancia -junto con cerca de 100 personas más- por sus diferencias con el diputado.
Asimismo, en ese periodo, otros grupos de militantes también abandonaron la colectividad, además de uno de sus vicepresidentes y algunos miembros de la antigua Izquierda Libertaria, la organización de la propia timonel.
En ese sentido, la situación obligó a que la dirección llevara a Boric al Tribunal Supremo del partido, apuntando a que el legislador no había respetado una definición partidaria. Como sanción, el organismo le suspendió la militancia por un mes y le dieron una “amonestación en privado”. “Hay momentos en que hay que tomar decisiones que pueden traer costos”, sostuvo el diputado en ese entonces.