Lleva tres meses como nuevo capellán general del Hogar de Cristo. El mayor de siete hijos de José Yuraszeck, empresario y ex presidente de Azul Azul (e hincha de la Universidad de Chile al igual que su padre) y de la historiadora Cecilia Krebs.
Exalumno del Verbo Divino de Las Condes e ingeniero civil de la UC, el jesuita de 40 años José Franisco Yuraszeck Krebs, visitó la región para participar en el Tercer Seminario de Vocación Social organizado por la Pastoral de la Universidad Católica del Norte.
En conversación con DIARIO LA REGIÓN abordó los desafíos que tiene en la institución y su mirada sobre la pobreza, la solidaridad de los chilenos y cómo los distintos problemas de la Iglesia influyen en la labor del Hogar de Cristo.
¿Cómo ha sido el desafío de ser el capellán general del Hogar de Cristo?
«Ha sido una experiencia hasta ahora preciosa y seguramente vamos a hablar de la crisis de la Iglesia, mucha gente me pregunta si nos ha golpeado, por supuesto, somos parte en un sentido bien amplio de la Iglesia Católica, pero curiosamente por ser una obra querida, tenemos un estándar de transparencia, entonces las personas confían en nosotros, tenemos 350 mil socios que sostienen la obra que hacemos en todo Chile, tomo eso con alegría y también con un sentido de responsabilidad, de cuidar esa misión y esa obra para que perdure y sigamos haciendo el bien».
El Hogar de Cristo está vinculado a la pobreza, ¿cuál es su visión de esto, considerando también los últimos datos de la encuesta Casen?
«El Hogar de Cristo tiene dos focos en la misión, uno es acoger con cariño y respeto a los más pobres entre los pobres y lo segundo convocando a toda la sociedad. Particularmente los últimos datos de la encuesta Casen, hay algunas cosas buenas como la disminución de la pobreza monetaria, y lo que se ha estancado es la pobreza multidimensional que se mide desde el año 2009, lo que tenemos que hacer es complejizar la mirada, las intervenciones sociales y las políticas públicas y eso en cierto sentido estamos al debe, pero lo podemos decir de otra manera, tenemos grandes desafíos y desde el Hogar de Cristo, la sociedad civil organizada y el Estado trabajar unidos con las personas en situación de pobreza».
Se habla que los chilenos son solidarios, se ve en la Teletón y distintas campañas como en las catástrofes, ¿a juicio suyo lo somos?
«Yo creo que sí somos muy solidarios y no solo en las campañas, es lo más conocido la Teletón, pero como ejemplo el Hogar de Cristo que tiene 350 mil socios que sostienen más del 50% de nuestro financiamiento, no solo eso basta que uno vaya a un barrio, a una iglesia o un club de adultos mayores, hay montones de iniciativas locales que hablan de solidaridad».
En el último tiempo se ha visto un cambio de imagen en el Hogar de Cristo…
«Llevo tres meses así que no he participado del todo, pero lo que es muy interesante es que la nueva imagen tienen distintas formas y colores y agrupan las distintas causas que nos convocan, la más grande es la causa del cuidado y atención a los más pobres, pero tenemos cinco fundaciones, Hogar de Cristo que atiende a personas en situación de calle, está la Fundación Paréntesis, que atiende a personas con problemas de alcohol y drogas, la Fundación Rostros Nuevos, a personas con discapacidad mental, la Fundación Súmate, para muchachos que han sido expulsados del sistema escolar y la Fundación Emplea que promueve la inclusión laboral, nos dimos cuenta que ponerles nombres distintos ayudaba a lo específico de cada causa pero no ayudaba a comprender la causa común que tenemos que es la misión grande del Hogar de Cristo».
¿La crisis en la Iglesia los ha golpeado?
«Nos ha afectado en el sentido que somos parte de la misma sociedad chilena en donde la Iglesia Católica es un actor importante, a pesar de todo lo que se diga sigue habiendo una gran mayoría de personas que adhieren a la Iglesia Católica, nos ha afectado en el sentido porque hay una especie de sensación ambiente de crisis grande, en nuestros programas, en el cariño, con la espiritualidad del padre Hurtado, que tratamos de vivir no nos ha afectado y eso me ha sorprendido mucho. La crisis de la Iglesia vamos a ser capaces de superarla si ponemos en foco en la misión, evangelización, atención a los más pobres, de construir comunidad y eso hacerlo con los estándares que hoy la sociedad demanda».
¿Qué le evoca la figura del Padre Alberto Hurtado?
«Es el fundador y gran inspirador, recurrimos mucho a su pensamiento, era un sacerdote, era también abogado, fue profesor, un gran intelectual, escribió 13 libros y desarrolló muchas obras, en una segunda etapa de su vida cuando funda el Hogar de Cristo y la revista Mensaje de acción sindical chilena, era un hombre que estaba con los sentidos bien abiertos a lo que estaba ocurriendo y eso es lo que más nos inspira a estar con los sentidos abiertos y convocando a mucha gente, él desde un principio concibió el Hogar como una obra de laicos no de los curas».
A juicio suyo, ¿algún día se podrá superar la pobreza?
«En cierto sentido sí y en cierto sentido no, porque la pobreza se puede hablar en términos absolutos y relativos, en un grupo de personas siempre van a haber algunas más ricas y otras más pobres, se va progresando y siempre va a haber un grupo más pobre que otro, espero que las condiciones de indigencia y extrema pobreza, que son una gran vulneración a los derechos humanos, seamos capaces de superarlos».
¿Cuál es su visión de los hogares del Sename?
«Hay una deuda gigante de toda la sociedad, pero en especial de ese servicio del Estado, hay que intervenir y este gobierno ha dado señales claras y positivas en ese sentido, como Hogar de Cristo tenemos un programa piloto con dos residencias infanto adolescentes, buscando mejorar la política pública y eso se diseñó todo un marco de inversión y cuidado, hay niños que han sido muy vulnerados en sus derechos por sus familias o por abandono y lo que queremos hacer es apuntalar a los muchachos para que desplieguen al máximo sus capacidades, todo lo se puede hacer en infancia y adolescentes, es preventivo para el futuro».