En la Corte Suprema de Santiago se revisaron ayer los recursos de queja del capitán Faúndez y Arenas Mancilla, quienes aún se mantienen en recintos militares. Sentencia puede salir lo antes posible, considerando que ya han pasado 15 meses desde que se interpusieron.
Por René Martínez Rojas
Después de varias audiencias fallidas, finalmente ayer en la Corte Suprema de Santiago, se vieron los dos recursos de queja interpuestos por las defensas del capitán José Faúndez y del cabo José Arenas Mancilla.
Ambos responsables del crimen de Romario Veloz y por apremios ilegítimos sufridos por César Véliz y Rolando Robledo, después de los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2019 en La Serena, frente al terminal de buses.
Y hasta la capital, como ya es habitual, viajó Mery Cortez para estar presente y esperar, junto a sus abogados de la Corporación 20 de Octubre, una buena noticia. ¿Cuál? Que la corte no acoja los recursos, sino más bien los rechace.
Sin embargo, a diferencia de otras audiencias, «esta me dejó más tranquila, porque por primera vez se dijo en una audiencia que a Romario lo mataron por ser negro y a pesar de que el magistrado trató de callar a Marcelo (su abogado) para que lo no diga, igual lo dijo porque el único muerto fue el negro, por cuanto no mataron a nadie más…», señala Mery, madre del joven ecuatoriano.
Para ella, una jornada distinta, «porque sentí la presencia de mi hijo y la Fran (madre de la hija de Romario) también sintió que estaba, entonces me quedo más tranquila, aunque no satisfecha ni contenta, pero sin duda me deja un bálsamo de tranquilidad».
Para Mery, la paz llegará cuando los militares involucrados en la muerte de su hijo «regresen a la cárcel, tal como cuando se dictó sentencia en La Serena. Pero, sabe, ha sido un proceso no solo cansador, sino tedioso y ansioso, pues el solo hecho de haber venido en tres ocasiones a Santiago y que la audiencia se haya suspendido, te deja un sabor amargo. Pero mi sensación de madre me dice que estamos bien, que vamos bien encaminados».
Luego de 15 meses
Marcelo Gálvez, miembro del equipo jurídico de la Corporación 20 de Octubre, espera que la sentencia salga lo antes posible, «considerando que ya han pasado 15 meses desde que se interpuso el recurso hasta hoy (ayer)».
En cuanto a los recursos, explica que la queja de Faúndez es en contra de la primera sala de la Corte de La Serena, específicamente de los ministros que la componían el día que se dieron los alegatos y se dictó la sentencia, «por haber cometido faltas o abusos graves en ese veredicto, pero en general están buscando que se le absuelva o se le reduzca significativamente la condena, alegando que es injusta, desproporcionada».
Reconoce que «hicimos ver que el recurso está en realidad mal planteado y que dentro de todo el ejercicio jurídico que derivó en la sentencia que dictó el Tribunal Oral en lo Penal, está bien y no debiera la corte acoger los recursos, sino más bien rechazarlos».
En el caso de Arenas Mancilla se puso un recurso de queja a propósito de la sentencia que le impidió acceder al beneficio de la libertad vigilada, porque a juicio de Gálvez, «está prohibido cuando un delito se comete con arma de fuego, como en este caso, con un fusil de guerra. Y esa fue la interpretación de la corte, que no le correspondía el beneficio…».
Comenta que acá la interpretación la tienen que hacer los jueces, «toda vez que no hay infracción de ley, ni falta y abuso y en realidad está bien aplicada porque la lesión que sufrió César Véliz a manos de Arenas Mancilla es demasiado grave y esa es la razón por la que hay un mayor rigor punitivo».
Si se rechazan los recursos, que es lo que espera Mery y sus abogados, ambos deberían ir a la cárcel, puesto que aún se mantienen en recintos militares, a pesar de haber sido ya condenados, «por cuanto este es un recurso extraordinario. ¿Podrían bajar las penas? En rigor existe la posibilidad, pero más bien lo que debiera hacer la corte si se acoge, es hacer una nueva vista del recurso de nulidad…».