En este crítico contexto social, el Programa Socioeducativo de la Fundación Súmate en La Serena, representa una alternativa para los jóvenes que están fuera de la escuela en la región.
La crisis sanitaria ha dejado de manifiesto los serios problemas en distintos rincones del país, generando efectos tanto económicos como emocionales y, peor aún, sociales. Sin duda que los más afectados han sido los escolares, quienes han tenido que adaptarse, llevando el colegio a sus casas y las clases a los computadores o celulares.
En sectores rurales o campamentos, por ejemplo, derechamente los niños, niñas y jóvenes dejaron de asistir. Un problema que ya existía, y hace mucho tiempo, pero que la pandemia agravó. Al menos así quedó consignado con el dato entregado hace unos días por el Ministerio de Educucación (Mineduc), pero que pasó inadvertido en medio del incremento de muertes y contagios por coronavirus: casi 40 mil niños, niñas y jóvenes abandonaron el sistema escolar en 2020 a causa de la pandemia.
Esta es una realidad que está siendo abordada por fundaciones como Belén Educa, cuyos profesores van casa por casa buscando a los alumnos que se están descolgando de las clases, para dárselas en un pupitre que instalan en una plaza cercana o en el pasaje donde viven.
Mientras que Fundación Súmate del Hogar de Cristo se empeña en mantener a los niños y jóvenes más vulnerables que ya habían abandonado la escuela ligados y motivados con ella mediante programas socioeducativos o establecimientos de reingreso.
En la región de Coquimbo hay 7.149 niñas, niños y jóvenes excluidos del sistema educacional, cifra que data antes de la pandemia, y que ha aumentado desde el inicio de esta. Es decir que desde marzo de 2020 a la fecha, mil jóvenes más han quedado fuera de la educación en Coquimbo.
En este difícil contexto social, para los docentes del programa educativo de Súmate, la falta de computador, tablet o el acceso a internet no es excusa. Por eso, el Programa Socioeducativo Súmate es una oportunidad concreta para jóvenes que están fuera de la escuela en la región.
Este programa se encuentra en el sector de Las Compañías, en La Serena, y le entrega a los jóvenes una variada oferta online de talleres socioemocionales, artísticos, culturales y acción social. Todo esto con el fin de que los alumnos puedan reconocer sus talentos.
«Comenzamos con empezamos con talleres virtuales y wasap. También les llevamos guías a la casa o los llamamos para saber cómo están o qué apoyo necesitan, ahora último les entregamos chip de conexión a internet. No es lo ideal, pero nos ha funcionado, lo importante es que la gente sepa que aún quedan cupos para los niños que quieran volver a estudiar», explica Kevin Castillo, psicólogo y jefe del Programa Socioeducativo de Fundación Súmate de Hogar de Cristo.
Uno de los niños participantes del programa Súmate es Cristián Muñoz (15), quien agrade la oportunidad y señala que «acá trabajamos temas como la identidad de género, la violencia, el cómo cuidarnos en las redes sociales, el estrés».
Claudia Huerta, su madre, revela que «mi hijo estudió en colegios especiales, pues tiene déficit atencional con hiperactividad y vivió muchas discriminaciones. Le costaba mucho aprender, lo echaban de clases, lo suspendían. Por eso es un alivio que ahora esté en el programa de Súmate, ya que acá no está perdiendo el año, y es gracias a que le mandan ejercicios por el wasap y hacen reuniones grupales. Es decir, todo para no perder el año escolar. La idea es que pueda retomar sus estudios cuando la pandemia pase porque lo necesita».
