– El extenso camino que ha tenido que atravesar el proyecto minero portuario Dominga, que pertenece a la empresa Andes Iron, no ha estado exento de trabas ni complicaciones para que se pueda determinar si es viable o no y poder ver la luz para comenzar con una posible construcción en la comuna de La Higuera.
Ahora nuevos antecedentes han surgido, la discusión en torno al proyecto minero-portuario Dominga, uno de los más polémicos del último tiempo, estaba en el cuarto punto de la tabla de la Tercera Sala de la Corte Suprema, fijada para este miércoles.
En la cita se discutirá el fondo de los recursos de casación presentados por distintas organizaciones ambientales, que buscan que el máximo tribunal del país anule el fallo del Tri-bunal Ambiental de Anto-
fagasta, que dio vida al proyecto ubicado en la comuna de La Higuera.
En abril del año pasado la autoridad ambiental ordenó retrotraer el procedimiento de evaluación ambiental a la etapa posterior al Informe Consolidado de Evaluación, estipulando que se desarrollará una nueva votación de parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo respecto de la iniciativa.
Posterior a la resolución, hasta seis organizaciones decidieron apelar al fondo del fallo, buscando que se respetara la deci-sión original del Comité de Ministros. En su momento esta instancia rechazó el proyecto, decisión que significó la división del gabi-nete del anterior gobierno, que incluso terminó con la salida de los entonces ministros de Hacienda (Rodrigo Valdés) y Economía (Luis Felipe Céspedes), así como del exsubsecretario de Hacienda Alejandro Micco.
La demora en la discusión se debe a que existen causas previas en la tabla de la Tercera Sala, de acuerdo a cercanos al proyecto, pero lo más probable es que el proceso se reanude recién el próximo miércoles. Incluso podría existir una nueva postergación en los plazos, dejando la discusión de plano para marzo, considerando que para este tipo de procedimientos se destina hasta toda una mañana para escuchar los alegatos.
En el camino, el proyecto perteneciente a la firma Andes Iron se anotó otro triunfo luego de que parte de los involucrados acudieran al Tribunal Constitucional en octubre. Allí presentaron un recurso de inaplicabilidad que buscaba revertir el veredicto del Tribunal Ambiental de Antofagasta, el que finalmente fue declarado como inadmisible, dejando en manos de la Suprema el futuro de la iniciativa.
Los pescadores apuntan a que en uno de los artículos de esta normativa, que aplicó en su fallo el Tribunal Ambiental de Antofagasta, se señala que debía ser responsabilidad del Servicio de Evaluación Ambiental el considerar la existencia de una guía metodológica a la hora de evaluar el proyecto, en circunstancias que solo semanas antes se había aprobado una iniciativa similar a solo kilómetros donde estará el puerto de Dominga.
Según la interpretación de la defensa del gremio de pescadores, la herramienta para uniformar los criterios o exigencias técnicas asociadas, es sólo una opción, y no debería ser considerada como una obligación para la administración. Este argumento fue utilizado por el tribunal para retrotraer la evaluación.
Las estimaciones de la empresa controladora, Andes Iron, contemplan una producción anual de 12 millones de toneladas de concentrado de hierro y 150.000 toneladas de concentrado de cobre, como subproducto. La inversión ascendería a unos US$ 2.500 millones y contaría con una vida útil estimada de 26 años.