A las críticas que esbozaron algunos concejales sobre una presunta manipulación comunicacional de parte del alcalde Manouchehri, al informar que se comprarían regalos de navidad para los niños de la comuna con los dineros de los suspendidos fuegos artificiales (recursos venían de años anteriores), se sumó el planteamiento de varios fiscalizadores que pidieron cambiar el paradigma de esta temática para el futuro. «En años anteriores, vendían en las ferias los juguetes que daba el municipio».
En fiestas de Pascua del pasado, y mientras se desempeñaban como asistentes de concejal, los actuales miembros del concejo Pablo Galleguillos (ind.) y Camilo Ruiz (PC), vivieron de cerca el proceso de entrega de juguetes a los pequeños de la comuna puerto.
«Muchas veces hubo niños que no les llegó el obsequio porque las juntas de vecinos estaban desorganizadas y no tenían bien establecidos los límites de cada sector. La gente no sabía si a la calle donde vivía le correspondía o no regalo, por eso es importante que nos organicemos mejor en cuanto al filtro, con el objetivo de abarcar a la mayor cantidad posible de niños y no cometer errores de experiencias anteriores», dijo Pablete, quién además pidió considerar a los niños gitanos.
Su par del PC apunta a replantearse la idea de entregar regalos en navidad y buscar otras salidas que le den mayor significado a la niñez coquimbana. «Tenemos el parque O’Higgins cerrado, y ya creo que es hora de empezar a habilitarlo. Ahora bien, y metiéndome de lleno en el tema, se puede armar una cooperativa de mujeres artesanas para que ellas confeccionen cositas locales y que puedan reemplazar perfectamente a cualquier juguete chino de mala calidad», señaló Ruiz.
Lo anterior siempre ha sido materia de debate cuando llega diciembre. Los regalos para este año abarcaran a 35 mil menores entre 0 y 10 años, y con una inversión de 85 millones de pesos. Haciendo matemáticas, no son más de 3 mil pesos por niño. «Esa cifra claramente no hará que tengamos juguetes de calidad, nosotros queremos juguetes no sexistas, no tóxicos ni violentos, esperamos que alcance».
Sin lugar a dudas, la intervención de químico farmacéutico Abraham Schnaiderman fue la más innovadora de todas. Propuso buscar formas para optimizar recursos y a la vez ejecutar acciones más significativas que la simple entrega de un juguete envasado.
«Yo sueño con tener una casa o pieza especialmente para que los niños de la comuna vayan a jugar y tengan su espacio los fines de semana. Podemos hacerlo en un colegio, que nos presten una sala y así, habilitar el patio para que vayan a distraerse, pero no con cualquier tipo de diversión», apuntó el concejal.
Y es que los juguetes tienen que ser didácticos, agrega el radical. «Eso costaría solo $ 12 millones de pesos y es algo sumamente accesible. Los juguetes ayudan a la sicología de los niños a desarrollar la imaginación y la creatividad. Es clave en esa edad. Pero tienen que ser regalos locales, incluso yo apostaría para que los funcionarios municipales, en algún tiempo, ayuden a la confección de juguetes manuales».
Así, hizo una interesante oferta en plena sesión de concejo. «Una profesora que es de la Unesco y pariente mía, me facilitó un programa de sistema computacional especialmente para los más chicos, donde se pueden educar y entretener a la vez. Basta que el municipio facilite algunos equipos (pc) que sobren del edificio antiguo cuando nos cambiemos al Consistorial y lo instalamos».
El alcalde Alí Manouchehri coincidió con cada una de las exposiciones que salían en la jornada de ayer, sin embargo, fue enfático en señalar que «todos los niños quieren un regalo, esa sensación la tuvimos todos desde pequeños y nosotros no queríamos romper con algo que ya venía entregándose».
El jefe comunal informó que esperarán la mejor oferta para la licitación. Los gestores territoriales ya estarían anotando a los beneficiados en las distintas poblaciones porteñas. El concejal Nelson Martínez pidió extender el beneficio a los niños de tomas y campamentos.
«Muchos de estos niños esperan con ansias el regalo del municipio, ya que es posiblemente el único regalo que le llega en navidad. Entonces, más allá de las críticas, de las cuales también estoy de acuerdo en que hay vigilar mejor como hacemos la entrega, para que no nos topemos con estos juguetes vendiéndose en la feria, esta es una buena idea que pretendemos desarrollarla de la mejor manera».