Las primeras aceitunas 100% regadas con agua de niebla

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14La Comunidad Agrícola de Majada Blanca, ubicada en el sector de Pan de Azúcar, comuna de Coquimbo, cosechó el pasado fin de semana las primeras olivas regadas 100% con agua obtenida a través de sistemas de captura de agua de niebla (atrapanieblas), innovación facilitada en una primera etapa por el proyecto CORFO «Nuevas Tecnologías para el Desarrollo Sustentable en Zonas Áridas y Semiáridas». El trabajo es apoyado por el Fondo de Innovación para la Competitividad de Coquimbo (FIC-Coquimbo) y ejecutado por el Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Católica del Norte, que busca impulsar la transferencia tecnológica participativa en el uso de sistemas de atrapanieblas, a través del empoderamiento territorial.
El experto técnico de este proyecto, Pedro Hernández, reconoció que «estamos muy contentos porque éste es un primer resultado de que el agua de niebla es una alternativa que nos ayuda como región en tiempos de escasez hídrica. A través de esta agua hemos podido regar una parcela experimental, donde los olivos mostraron los resultados más promisorios. Esto ha permitido a los comuneros seleccionar este cultivo para aumentar su superficie y gracias al proyecto FIC-Coquimbo han podido crecer en la captura de agua de niebla a través de 5 atrapanieblas de 150 m2, lo que les permite generar un promedio anual de 700 mil litros de agua, aspecto fundamental para una comunidad que no cuenta con fuentes de agua y que es abastecida por camiones aljibes para el consumo de la vivienda».
Además de aumentar la cantidad de atrapanieblas en la misma comunidad y aportar a una mayor cantidad de olivos, el proyecto FIC- R del IPP-UCN, se caracteriza por su énfasis en la participación de la comunidad, con quienes se han desarrollado también diferentes talleres para avanzar hacia producir en el futuro el primer aceite de olivos regados de la niebla. «Para el IPP es muy importante recuperar el legado que tiene la UCN en la tecnología de atrapanieblas y revivir este conocimiento que también ha sido histórico en la Región de Coquimbo con anteriores experiencias. A través del empoderamiento territorial y la participación, esperamos que la tecnología perdure en el tiempo y sea un aporte útil y práctico a la comunidad. Ellos son los más importantes en nuestro proyecto: los comuneros y su participación», subrayó Daniela Henríquez, directora alterna del IPP, responsable del proyecto.

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