Ahora el proyecto volverá a la Sala de la Cámara desde donde será remitido a la comisión de pesca y acuicultura para continuar con el trámite legislativo respectivo.
Esta situación mantiene en alerta a distintos representantes de la industria, y en conversación con Osciel Velásquez, presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros de Coquimbo, este señaló que «estamos viendo lo importante que es la industria local ante un escenario de un cambio de Ley de Pesca, de licitaciones y cómo se ven protegidas las empresas medianas y chicas de la región».
Respecto a cómo afectarían en la región los cambios en la Ley de Pesca, Velásquez comentó que «existe una gran cantidad de pesca artesanal, pero también hay industrial, que está conceptualizado casi en un 80% de lo que significa la pesca de crustáceos, lo demás es el pez espada y la sardina, anchoveta y jurel».
«Estamos preocupados, tenemos dos proyectos de ley que están bien fuertes, uno es el que expone el gobierno para poner fin a las LTP (Licencias transables de pesca) donde éstas tienen 20 años y son renovables, mientras el gobierno sostiene que son solamente 20 años y no habría una renovación, ante la industria sentimos que es una expropiación y se están vulnerando los derechos de propiedad, y ante esto estamos buscando mecanismos para poder defendernos» agregó el empresario.
En relación al mercado de la jibia, otro proyecto que avanza en paralelo, que se puede obtener solo con pesca artesanal, Velásquez sostuvo que «es otro proyecto que nos preocupa bastante, la verdad es que aquí en la cuarta región no existe captura de jibia industrial, esto se ve supeditado a la octava región, en donde se hace pesca de arrastre».
Este escenario es «una paradoja» para Velásquez, «estamos discutiendo el proyecto de ley y se perdió la jibia, se mandó a cambiar a otros océanos, lleva bastante tiempo perdida» sostuvo.
La cuota de jibia son 200 mil toneladas, de las cuales el 80% lo hace la pesca artesanal, y solamente el 20% es industrial y con arrastre, «hay gente que piensa que el arrastre en la jibia no es selectivo, y sigo sosteniendo que la jibia hoy en día no es una pesquería, que tampoco se ataca la sustentabilidad, porque la jibia es una plaga y nosotros deberíamos tratar de sacarla cuanto antes, si bien ha dado trabajo, pero depreda sobre otros recursos, se perdió la jibia y empezaron a aparecer merluzas más grandes, en mejor condición el jurel, aquí en nuestra zona apareció la sardina».
«La pesca artesanal tiene botes pequeños de hasta 9 metros, en la zona sur de Chile hay exceso de mal tiempo, el promedio que pescan anda en 12 días al mes, una industria exportadora no puede fijar sus flujos de producción con 12 días de captura, esto incide en que la industria necesita tanto pesca industrial como artesanal, la idea es que ambos puedan seguir desarrollando esta actividad» agregó.
Ley Corta de Pesca
Respecto a Ley Corta de Pesca, la cual modificaría la Ley General de Pesca y Acuicultura en el sentido de terminar con la renovación automática y a perpetuidad de las licencias de captura del sector industrial, Velásquez enfatizó en que «pensamos que el mecanismo de legislar para licitar no es el adecuado, pienso que una licitación se predomina la concertación, vamos a terminar siendo 3 o 4 pesqueras en Chile, al contrario, necesitamos diversificar».
«Lo otro que nos preocupa es que no estamos en contra de una licitación, porque si vamos a construir un puente licitemos, pues es algo nuevo, pero licitar una actividad que hoy en día se está haciendo atenta contra el derecho de propiedad la gente» agregó.
Ley Longueira
«La verdad que la Ley Longueira es una muy buena ley, pero está muy desprestigiada, pero por la gente que no entiende, y en pesca no todo es fácil de entender» comenzó explicando en relación a la Ley de Pesca que se busca anular. Según señaló, «antiguamente cuando había problemas de escasez, venían los pescadores artesanales, quemaban dos o tres botes y salía el Consejo Nacional de Pesca y listo, se daban mil toneladas más… en el fondo fuimos acabando con los recursos y el poder estaba concentrado en el poder político, ellos asignaban cuotas y la ley Longueira armó mesas, fueron 20 regionales para ponernos de acuerdo y le quitó la potestad al Consejo Nacional de Pesca y ahora los científicos arman la cuota y los participantes de cada pesquería lo harán en un comité de manejo».