Caritas alegres, impecablemente presentados, hasta de zapatos lustrados, cuidados y respetuosos entre ellos y con los invitados. Algunos con algo de pudor ante las cámaras, otros querian salir en primer fila… Son los niños gitanos, tan niños como todos los del planeta. Solo que no habian tenido la oportunidad de ir a un colegio. Y qué mejor que tener uno propio. El alcalde de La Serena les habilitó una sala, y una iglesia evangélica colaboró en lo demás.
Esa semana la primera Escuela Gitana de Chile, tuvo licenciatura de sus veinte alumnos, con apoderados, invitados y el alcalde Jacob.
Este año fueron 3 meses de clases. El cambio de campamento hizo adelantar la licenciatura.
David Victoriano, Pastor y Director del colegio Gitano en Las Compañías, cuenta que los niños han aprendiendo a leer, escribir y las operaciones básicas de matemáticas.
Ahora esos pequeños sienten la necesidad de estudiar, más luego de recibir un certificado simbólico que reconoce su perseverancia.
Los padres están tabién muy motivados. Al principio se resistieron un poco, pero cuando se dieron cuenta que las clases iban a ser en el campamento ya no hubo resistencia.
Los padres querian que en los recreos los niños volvieran a sus carpas a comer, a jugar o a estar con sus hermanos. Ellos no están contra los estudios, sino contra el sistema que se les quiere imponer.
«Vamos a ampliar el colegio con nuevas salas y servicios higiénicos para seguir ampliando esta experiencia educativa», nos contó el Director.
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob dijo estar contento con terminar con un ciclo «que se veía bastante lejano… Ahora cuando los niños nos dicen que no quieren que se termine el año vemos que fue una muy buena decisión». Sostuvo que el director ya conversó con él para seguir adelante con este proyecto, «esto ya partió y no debería terminar nunca más».
Rocio Stefanovich, alumna, señaló que «no quiero que se termine y quiero seguir asistiendo a clases, me gustó el aprendizaje. Me llamó la atención aprender a leer. No sabía, ahora puedo leer. Me gustaría seguir, y cuando grande quiero ser doctora».
