La renuncia de Jorge Pizarro a la presidencia de la Democracia Cristiana se sintió mucho más fuerte en su propio distrito, la Región de Coquimbo.
Fue en esta zona donde sus camaradas lo apoyaron para que alcanzara el liderazgo de su partido y fueron ellos mismos quienes más se sorprendieron a la hora de escuchar su discurso ante la Junta Nacional del Partido.
Precisamente en ese lugar, estaba Lombardo Toledo, actual presidente de la DC en La Serena.
¿Cómo tomó usted la noticia de su renuncia?
Yo estaba presente cuando él presentó su renuncia ante la Junta Nacional. Fue bastante doloroso para uno que es amigo y camarada.
¿Cuál es su relación con el senador?
Nos conocimos en la década de los ochenta, cuando ambos éramos muy jóvenes y además él ha sido un gran parlamentario de esta región. Gracias a su obra, sus gestiones, esta región creció mucho en todo aspecto. Así que es un legado diríamos de gestión para la Región de Coquimbo.
¿Usted se esperaba esta renuncia?
No, nadie se esperaba, sería mentiroso decir que alguien de la junta, estuviera prevenido. Fue una situación bien particular, después de dar la cuenta pública.
¿Pero él había sido objeto de múltiples críticas, cree que él fue juzgado por la comunidad?
Para eso existe una frase «el que esté libre de pecado que lance la primera piedra». Creo que, al respecto, había un grupo de personas que por ese episodio, incluso saltándose otros hechos del mismo tiempo y espacio, lo apuntaron con el dedo. Hubo parlamentarios y concejales que tampoco estuvieron en el momento en que la ciudadanía lo requería, pero eso pasó muy desapercibido.
¿Entonces hay otros que deberían también dar un paso al costado?
«La verdad tiene su hora, como dijo un día Eduardo Frei, el tiempo esas heridas las cicatrizará, pero por un episodio tratar de sepultar una obra humana es muy egoísta por parte de la sociedad.
¿Usted cree que él podría volver a ocupar el mismo lugar en la política?
Yo quiero quedarme con sus palabras, él dijo que se iba a dedicar a su familia y a legislar y creo que cumplió con creces. Lo reconoció la totalidad de la mesa del partido.
Entiendo que el camino que él tomará será más sereno, más reflexivo, ante los acontecimientos que podrían venir.
¿Cómo cree que será el resto de su periodo como senador?
El seguirá siendo el senador brillante, el que va a seguir apoyando los grandes megaproyectos que la región hoy tiene y en ese sentido nosotros como ciudadanos de la Región de Coquimbo, quedamos tranquilos, porque sé que no nos va a defraudar. Lo demostró cuando fue diputado, él nunca nos falló, en los grandes proyectos siempre estuvo y nos representó ante los ministros, los jefes de servicios públicos y se destacó por apurar los procesos. Fue demasiado comprometido con la región de la cual es también hijo.
¿Cuáles son las lecciones que usted saca de este episodio?
Hoy día hay una sociedad mucho más empoderada, la Democracia Cristiana es un partido que tiene que cumplir con su gente y somos parte de un conglomerado político, que nos obliga a cuidarnos, porque el desafío no es sólo en lo personal, sino que también en lo electoral para tener una sociedad más justa.
