Entre el concejo municipal y su fundación de emprendedores, se la pasa el militante de Renovación Nacional. Dice ser formado por una familia de clase trabajadora y que no tiene «pituto». El hombre de los «yogures», demandas de abuso y peleas con grandes personeros de la zona. Ser joven y de derecha en tiempos de pandemia y todo el debate público que ha significado las críticas a la actual administración, aquí en entrevista con LA REGIÓN.
Con sólo 23 años, se presentó a Adriana Peñafiel en los pasillos de Inacap y le dijo que estaba a disposición de ella para trabajar en su candidatura parlamentaria en el año 2003. Desde ahí que no salió más de la política. Se convirtió en jefe de campaña de Francisco Eguiguren, jefe comunal de RN y postuló a una primaria para convertirse en alcalde de Coquimbo.
Actualmente es concejal y va por la reelección. En cuatro años de experiencia, dice tener un diagnostico grave de lo que sucede en el puerto y pretende con ideas nuevas, cambiar le la cara a la ciudad que lo vio desarrollarse, específicamente en el sector de Tierras Blancas.
SER JOVEN Y DE DERECHA
Guido Hernández (32), es ingeniero en prevención de riesgos de Inacap La Serena (estudiaba el último año de la carrera cuando se presentó a Peñafiel, que era profesora del recinto), confiesa que defender ideas de la centro derecha le ha traído costos. Lo han criticado pero siempre se sacude, asegura. Por eso se considera del ala liberal del sector, ese que no tiene complejos con temas valóricos por ejemplo.
Y esa piel dura, la cultivó mientras estuvo metido en la interna de las cúpulas de poder en la zona. Dice que no tiene padrinos, sí grandes personas que agradecer. «Al senador Chahuán de Valparaíso ha sido parte importante de mi desarrollo y me ha apoyado, pero de todos los que roncan en la región, con ninguno soy cercano, eso sí les tengo respeto a todos».
Cuenta que es hijo de la meritocracia, «no entré por pituto», afirma. Llegó desde Copiapó cuando sólo tenía meses de vida y se quedaron a vivir en Tierras Blancas. Su padre, un perforista de Inca de Oro en la región de Atacama y su madre tiene una pequeña heladería como emprendimiento. La escuela Santo Tomás de Aquino y el Liceo Industrial, fueron sus establecimientos que lo vieron crecer. Antes estuvo de cadete en Coquimbo Unido, donde aprendió durante cuatro años los valores del deporte rey.
HOMBRE DE POLÉMICAS
Es un hombre de polémicas, sabe mantenerse en los medios. Cerca de 440 mil personas, según los registros del Servicio de Impuestos Internos, debieron devolver el monto que se les entregó por el Bono para la Clase Media durante el año pasado, que llegaba a $500 mil pesos. Entre ellos Guido Hernández, quien compró casi tres mil yogures, para repartirlos entre los más pobres de la comuna puerto.
«Es una situación que creo fue un error y no lo volvería a repetir. No me retaron de mi partido ni nada de eso, pero claramente no fue la forma de llegar con ayuda directa a la gente».
Otro tema que causó revuelo, hace referencia a una demanda por abuso sexual contra una mujer en noviembre de 2018. El miembro del concejo era acusado de dejar abandonada a su acompañante en la carretera, lo cual fue desestimado por el magistrado con el tiempo.
«Fue un capítulo negro en mi vida personal que preferiría no tocar. Se me hizo mucho daño, como se trató el tema en medios de comunicación locales, pero lo bueno es que se aclaró y que todo resultó ser una falsa acusación».
Ha tenido duros encontrones, recuerda el vivido con el actual gobernador Marcelo Gutiérrez, round que incluso se salió de control en su momento. «Fue duro esa pelea con el entonces jefe de campaña de la ex gobernadora, recuerdo que fue por una situación interna de partido, me dirigí hacia su lugar de trabajo y la discusión subió demasiado de tono».
DEBATE POR EL SUELO
Su primer fracaso en política fue en las elecciones municipales 2012, donde al postularse a concejal tuvo 1.300 sufragios, donde por 300 no pudo llegar al concejo. Su revancha llegaría en los comicios de 2016, donde se convirtió en concejal con 1.800 preferencias.
«Ahora en estos cuatro años de experiencia me he dado cuenta que hay grandes deudas que las autoridades tienen con la gente, es un diagnostico negativo el que hago y que lo puse a disposición de la ciudadanía en su momento, con propuestas reflejadas en una candidatura a alcalde en la primaria que perdí, pero espero retomar esa aspiración en un futuro próximo con el paso de los años».
Y es que Guido sueña con convertirse en alcalde de Coquimbo, perdió con Pedro Antonio Castillo la chance de representar al sector en la comuna. «Hice varios gestos que mostraron que me puse detrás de él, en el sentido que le brindé todo mi apoyo». Las críticas a la actual administración de Marcelo Pereira formaron parte de su análisis. «El nivel de descalificaciones ha sido grave. Esta predominando el ataque más que las ideas. La gente que estaba llamando a no votar en primarias, me pide ahora que le tire al alcalde pero a mí me gusta proponer, todo ha sido despiadado, yo prefiero el debate de ideas».