La sequía vino para quedarse, ese es el análisis que realizan los especialistas que trabajan en el Centro de Estudios Avanzados para Zonas Áridas (CEAZA), por lo que las medidas que se deben tomar no deben estar enmarcadas en periodos de tiempo corto, sino que siempre a largo plazo.
Moncayo señaló que «si la sequía ocurriera en Santiago ya se tendrían soluciones permanentes y de Estado», indicó que utilizó esta figura porque en nuestro país la figura de la sequía y el avance del desierto es un tema que se mira con una visión centralista, no obstante que objetivamente y desde el punto de vista de la ciencia se ha demostrado que la sequía está presente no solo en el norte de Chile sino que también en la zona central, «el país se sigue comportando como si el problema de la Región de Coquimbo o del norte de Chile».
Agregó que en consecuencia las medidas y las políticas públicas, que desde hace muchos años se han implementado, son exclusivamente paliativas que solo se ponen en práctica cuando hay contingencia, cuando no hay lluvias, «porque luego vienen las precipitaciones y nos olvidamos del tema. No quiero extremar la presentación del problema, pero en la Región de Coquimbo y así lo explica la evidencia científica, no es un factor que solo afecte a los agricultores o a las comunidades agrícolas, las actividades económicas de la región penden de un hilo frente a este problema».
Aseveró que «seguimos con la actitud como si el agua sobrara, es el problema de fondo, porque tampoco estamos optimizando el uso del recurso que es escaso».
Respecto a la falta de una correcta cultura hídrica afirmó que «tuvieron que morir muchos chilenos de cáncer a causa del consumo del cigarrillo para que nos convenciéramos y aceptáramos campañas publicitarias que mostraran los nefastos efectos de fumar. En Chile se debió destapar los casos de pederastia para que se hiciera una campaña, sin embargo, no conozco en Chile ni en la región campañas significativas destinadas a cambiar las conductas y hábitos de los habitantes. Esto es imprescindible, porque estamos en un punto crítico».
Moncayo, que además es Director de la Universidad Central en La Serena, manifestó que si tuviéramos mayor conciencia de este grave problema «estoy seguro que mucha gente que hoy es intransigente tendría una postura distinta. Hoy en día, como en otros ámbitos de actividades, es que tenemos un concepto de propiedad privado del agua y un rol regulatorio por parte del Estado que actúa cuando el problema estalla, desde este punto de vista creo que hay que revisar la normativa legal y generar un ambiente de consciente y uso distinto del recurso».
Sobre el rol que está ocupando el Ceaza en los estudios y análisis de la grave situación de sequía que afecta y afectará de manera permanente a la Cuarta Región afirmó que «hemos focalizado nuestro aporte científico para ayudar a la resolución del problema primero haciendo un balance del stock hídrico que hay en la región, independiente de la forma ya sea líquida o sólida. Un segundo capítulo es el aspecto del cambio de las conductas y que pasa por un tema cultural, que requiere de decisiones políticas y gubernamentales y la disposición de los habitantes de la región para asumir costos y sacrificios para optimizar el uso del recurso».