En la diligencia, que duró casi cinco horas, participaron los heridos César Veliz y Rolando Robledo, además de «ciertos personajes relevantes del hecho». El único imputado, el capitán Faúndez, no estuvo presente.
Mery, la madre de Romario. También Rolando Robledo y César Véliz. Expectación frente al terminal de buses de La Serena, donde ayer se realizó la reconstitución de escena por la muerte del joven ecuatoriano, hecho ocurrido el 20 de octubre de 2019.
No llegó el capitán José Faúndez, a cargo de la tropa que esa tarde disparó y dio muerte a Romario. «Faúndez no quiso concurrir con su defensa y la Fiscalía no estimó necesario traerlo», dijo el fiscal regional, Adrián Vega, una vez finalizada la primera jornada que se extendió por más de 5 horas.
Rolando Robledo
A las 16 en punto comenzó la reconstitución con el relato de César Véliz, uno de los heridos en esa fatídica jornada. A unos metros, gente con pancartas, gritando consignas en favor de Romario y su madre, Mery Cortez, que no ha tenido descanso. Menos ha vivido el duelo. «Estoy con sentimientos encontrados», dijo de entrada, con sus manos en la cabeza.
Con un banderín con el rostro de su hijo, señaló con voz pausada sentir «esa emoción porqué se sabrá la verdad. Saber también quién percutó el disparo contra el amor de mi vida, pero al mismo tiempo siento rabia por saber quién es el asesino de mi hijo. Entonces es fuerte…».
Mery, madre de Romario junto a amigos que llegaron a la reconstitución de escena
Faúndez no estuvo
Sin embargo, la molestia fue saber que el capitán José Faúndez no llegó al lugar. «Créame que es un dolor y encuentro una falta de respeto terrorífica, puesto que debió haber estado acá. Así como tuvo los cojones para dar la orden de disparar, él debió haber estado para entregar su testimonio de lo que pasó aquel fatídico día del 20 de octubre».
Tras César, el turno fue de Rolando Robledo, también herido de gravedad. Acompañado de unas muletas, caminó y entregó su testimonió, ante la atenta mirada del fiscal y personal de la PDI.
Pese a la gravedad de la herida, la recuperación fue asombrosa, casi milagrosa. Porque Rolando estuvo 25 días en coma y dado de alta -aunque en el hospital- en el mes de enero. Claro que no puede caminar bien. Su paso es lento y casi encorvado, luego que la bala le entrara por su abdomen y saliera por su espalda, dañando seriamente su organismo.
Para el fiscal regional, lo realizado ayer frente al Mall «es relevante, un hecho complejo con muchas aristas de tipo fáctico, y lo que quisimos hacer hoy (ayer) fue reconstruir algunos puntos críticos de los sucesos a través de la presencia de ciertos personajes relevantes del hecho y recrear cierta prueba que ya tenemos».
El militar José Faúndez, imputado por los delitos de homicidio simple y frustrado, y violencia innecesaria con resultado de lesiones graves, se encuentra en prisión preventiva en el regimiento.
Se esperaba que estuviera presente, como sí lo hicieron algunos conscriptos, pero «es imputado y tiene derecho a guardar silencio», afirmó el fiscal Vega.
Respecto al porqué algunos soldados sí y el capitán Faúndez no, explicó que, en el fondo, «el evento es multicircunstancial, pero nosotros queríamos aclarar cerca de diez circunstancias y ya vamos avanzando en ese nivel. Si hubiésemos querido reconstruir todo, tendríamos que estar diez días acá citando a 50 personas…».
Por lo mismo, precisó que «el objetivo de esta diligencia es afinar los antecedentes de la investigación en el sentido de terminar todas las aristas en relación a los tres heridos y, por supuesto, la posibilidad de determinar a los autores materiales, dado que hasta ahora está determinado para la Fiscalía la responsabilidad del mando y por eso está formalizado, y en prisión preventiva, el capitán a cargo de la tropa».