Demanda laboral daría cuenta que errores en lecturas de medidores se deberían a la poca capacidad de logística de la empresa contratista.
Una demanda laboral, a la cual tuvo acceso LA REGIÓN, evidenciaba que al menos desde diciembre del año pasado una de las empresas contratistas de CGE tenía ciertas irregularidades en la toma de lectura, tanto en recursos humanos como de implementos de los mismos trabajadores, lo que los obligó a promediar los consumos, disparando las lecturas en algunos casos.
Es una realidad que está afectando a varios clientes, tanto en la región como en el país, y es que en muchos casos la cuenta de la luz ha aumentado debido a que las lecturas de medidor no se están realizando debido a la emergencia que enfrenta el país, por lo que se están promediando.
Pero los problemas en el proceso de lectura no serían exclusivamente por la emergencia sanitaria, si no que sería una costumbre, al parecer aceptada tanto por CGE como por la empresa contratista encargada de tomar las lecturas.
Así se puede desprender de una demanda laboral a la cual tuvo acceso LA REGIÓN, en contra de la empresa contratista encargada de estas funciones, en donde se evidencia que algunos trabajadores fueron desvinculados por «errores de geo-rreferenciación», cuando cuentan que no contaban con los implementos necesarios para hacerlo y debían anotar las lecturas en un cuaderno y después cargarlas al sistema.
Uno de los trabajadores afectados, quien prefirió no revelar su identidad, cuenta que todos los días le cargaban una ruta diferente a los lectores, que deberían ser 40 trabajadores, porque van destinados a toda la región a excepción de Los Vilos y Ovalle, donde tienen otra oficina propia, pero cuenta que no habrían más de 20 lectores, de los cuales 10 estarían en reposo.
«Cada lector toma su ruta, ve los medidores y coloca la lectura, y cuando el medidor no está visible, se detalla que está al interior, que es el procedimiento cuando no se ve, y el sistema agarra los últimos seis meses que hay de lectura y promedia», explica.
Y agrega que «el problema es cuando pasó en octubre o abril, que hubo varias casas que no se pudieron leer por circunstancias ajenas al lector y entonces el sistema los promedia… pero promedió mal, porque en algunos casos se hizo al doble, y como hay lectura el cliente no tiene cómo reclamar, porque si no la hubiera se puede revisar, y por supuesto toda la culpa recae sobre el trabajador…».
«A mí como funcionario me reclamaban en las poblaciones, al igual que a mis compañeros, alzamos la voz y nos dicen que nos callemos porque no es problema nuestro, pero sí lo es, porque estamos en la calle, somos la cara visible de CGE, la gente no sabe que es lo que pasa detrás del que toma la lectura».
El funcionario, ahora desvinculado, llegó a un acuerdo en el juicio laboral por despido injustificado, señala que le reclamaron a la empresa y fueron despedidos porque reclamaron mucho… «y las lecturas son manipuladas a criterio de CGE», advierte.
«El problema es de hace tiempo y ha sido siempre, lo que pasa es que se había mantenido callado y explota cuando se quedan muchas rutas sin leer, y la gente se da cuenta de eso, porque el ciudadano no se queda callado», añade.
Y explica que, «por ejemplo, producto del Coronavirus un restaurante antes consumía unos 300 mil pesos mensuales, pero cerró y siguen cobrando lo mismo, no son 2 o 3 mil pesos, y ahí se dieron cuenta».
«La gente todavía no sabe que la parte rural todavía no la están leyendo, y no lo hacen porque no hay personal, porque los pocos que están los destinan a Vicuña, Coquimbo, La Serena…», evidencia.
Solicitudes ya habían sido enviadas a la SEC y Sernac
Un grupo de dirigentes sociales, tanto de La Serena como de Coquimbo, apoyados por la oficina del diputado Eguiguren, junto con el concejal Guido Hernández, habían solicitado simultáneamente a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), que se hicieran las diligencias necesarias para asegurar la más rápida y efectiva solución para más de 450 reclamos que han recibido por cobros indebidos.
De acuerdo a las presentaciones formuladas, este es un mercado regulado, y sería deber de la SEC atender los reclamos de los consumidores, particularmente en tiempos tan difíciles como los que vivimos.
La preocupación de las autoridades y dirigentes vecinales se ha visto acentuada al enterarse de que existen antecedentes entregados al Ministerio Público por hechos que podrían revestir el carácter de delito, en causas laborales relacionadas con las compañías de electricidad y trabajadores que realizan la lectura.