Una manada de unos 15 lobos marinos, principalmente machos de más de 300 kilos de peso, subieron, pasada la medianoche de ayer, a la cubierta de lancha de cerca de 11 metros de largo «Don Pepe» de propiedad del pescador artesanal Osmán Ahumada, provocando que el navío que desplaza unas 12 toneladas, procediera hundirse, yéndose a pique frente al puerto pesquero artesanal de Avenida Costanera de Coquimbo donde estaba fondeada.
Impotencia y desazón por perdida de fuente laboral
Diario LA REGIÓN, estuvo presente durante la maniobras matinales que permitieron reflotar y sacar del agua, con la grúa Travel Lift del puerto pesquero, a la accidentada embarcación «Don Pepe», con la matrícula 3225, tareas en la que colaboraron los integrantes del gremio de pescadores junto al mismo propietario y sus nueve tripulantes, todos los que mostraron una gran impotencia y desazón por el daño y pérdida de su fuente laboral.
Incluso, los mismos trabajadores de mar, achicaron en un principio el agua «a pulso» con baldes, a la espera de conseguir una motobomba para extraer el líquido del navío, para aligerar peso para poder facilitar el izamiento con la grúa, con el objetivo de depositarlo en la explanada del muelle para iniciarla reparaciones.
Respecto a los daños, ascenderían a unos 30 millones de pesos, debido a la destrucción del motor, de los equiposde radares, ecosondas, sonar, aparejos e implementos de pesca.
Difícil situación por casos de ataque a buzo y daños provocados por los lobos
Luis Godoy, presidente del Sindicato de pescadores y buzos de Coquimbo, lamentó el severo daños que sufrió Ahumada y su tripulación, por la acción los lobos que han proliferado en los alrededores de la avenida Costanera, sin mayores medidas de control, salvo la ubicación de una reja de contención frente al recinto de la feria con calle Portales, «esto se venía avisando hace más de una año atrás, y ya tenemos entre 14 y 15 embarcaciones que han sido dada vueltas por los famosos lobos, que muchos disfrutan, pero no saben la gran destrucción que provocan a nuestro sector. Y ahora lamentamos un pérdida de unos $30 millones de esta lancha, que fue reparada con aporte del estado tras el tsunami del 2015. Acá quedan sin trabajo el dueño y sus nueve trabajadores que ahora no van a poder llevar el sustento a sus familias, porque detrás de esa lancha hay como 80 personas que dependían de ella, ya que va estar en reparaciones durante unos cuatro a cinco meses».
Godoy, también recordó que uno de los mamíferos, en la playa Changa, mordió en el cráneo y un hombro al buzo algueró Felipe Araya, en noviembre del año pasado, lo que da cuenta de la peligrosidad que revisten para los seres humanos, la constante permanencia de los animales en cuestión en la avenida Costanera, «temprano avisamos a la Capitanía de Puerto de Coquimbo y si bien vinieron algunos oficiales, ningún otra autoridad se ha acercado a nosotros, lo que es lamentable porque en época de campaña, vemos a varios candidatos por acá. Lo otro grave es que todos saben que tenemos un buzo nuestro, que lo mordió un lobo y ninguna autoridad se impuso más allá de su situación de salud, pero parece que nuestras autoridades no han puesto en conocimiento de la autoridad central el grave problema que tenemos con los lobos».