De los 246 colegios particulares y subvencionados que existen entre La Serena y Coquimbo, la FIDE agrupa a 43, y este organismo se caracteriza por tener una visión bastante crítica de cómo han avanzado los planteamientos del gobierno.
Consultado también por los rumores que rondan entre los apoderados de algunos establecimientos, el presidente de la FIDE también se refirió al tema, dejando abierta la posibilidad de que los sostenedores prefieran cerrar establecimientos, antes de asumir las políticas del gobierno.
Conversamos con Mario Thomas sobre todos estos temas. ¿Cuál es su postura frente a los avances que está haciendo el gobierno en el sistema educacional?
El sentimiento de la totalidad de los sostenedores y directores de los colegios particulares subvencionados es que tenemos una gran preocupación por cómo se está llevando a cabo esta reforma. Pensamos que es difícil encontrar en estos momentos coincidencias con el gobierno, salvo que todos estamos de acuerdo en que hay que fortalecer la educación pública y que hay que hacer todas las acciones necesarias para otorgarle mayor cantidad de recursos para que los profesionales que ahí trabajan puedan desempeñarse en un ambiente adecuado para que tengan buenas remuneraciones.
-Entonces ¿cuáles serían las diferencias?
La forma en la cual se ha encauzado el proceso de reforma creemos que está errada, porque se está empezando por aquellos sectores que no requieren una mayor modificación, se empezó con la reforma modificando la estructura y el quehacer de los colegios particulares subvencionados, en vez de poner el foco en la educación pública y pensamos que ese es el gran error, que se ha ido traduciendo en una serie de dichos equívocos que han forzado al ministro a dar explicaciones sobre los procesos que se están llevando a cabo y las negociaciones implementadas por el gobierno han sido difíciles, ya que ha tenido bastantes problemas con distintos sectores y específicamente con los colegios particulares subvencionados.
Han llegado muchas denuncias de apoderados con mucho miedo, porque en sus colegios les han dicho que con las reformas del gobierno es posible que los establecimientos cierren… ¿Eso es real?
Yo he escuchado a colegas directores y sostenedores que se ven en la necesidad de cerrar porque las cuentas no dan… Ayer escuchábamos que la reforma que quieren implementar a nivel universitario implica más de 4 mil millones de dólares y el cubrir el copago, como hoy está planteado, cuesta otros 4.800 millones de dólares, por lo tanto ahí ya llevamos más de 8 mil millones de dólares… por eso es que los sostenedores -responsablemente- están anunciando una posibilidad de lo que se puede dar en el futuro en sus respectivos centros educacionales y eso no es una campaña del terror. Es lógico que en un establecimiento educacional se tenga claridad de qué alternativas se pueden dar a futuro para que los apoderados tengan el tiempo suficiente de solucionar el problema de las matrículas de sus hijos.
¿Pero ustedes comparten en que se debe terminar con el lucro en la educación?
Es algo que hemos conversado, y pensamos que lo primero que se debería haber hecho es definir qué es lo que entendemos por lucro y hasta el día de hoy no se ha definido claramente, entonces difícilmente vamos a poder llegar a acuerdos respecto a ese tema.
