Luego de su remodelación, el icónico lugar, símbolo de La Serena, ha recobrado vida con la presencia y visita de miles de personas que han recorrido sus instalaciones.
Ubicado en la Avenida del Mar, el Faro Monumental de La Serena es sin duda uno de los símbolos más representativos de la ciudad. Construido entre 1950 y 1951 por la Armada, de acuerdo al diseño del ingeniero civil de la Universidad de Chile Jorge Cisternas Larenas, su edificación alcanza los 28 metros de altura. El 9 de junio de 2010 fue declarado Monumento Nacional.
El conocido Faro constituye un elemento que entrega identidad a la ciudad, por lo que posee un gran valor urbano y turístico, marcando el fin del eje Francisco de Aguirre en su extremo poniente, dando vida a un destacado espacio mirador.
Por su condición fundamental de «hito urbano vertical notable», destaca dentro de la trama y la «skyline», o silueta urbana de la ciudad. Estas condiciones hacen que sea un reconocido signo turístico a nivel nacional e internacional, con gran valor social, pues desde su construcción se ha constituido en un elemento de identificación propia de una época de auge urbano, por lo cual los habitantes de la capital regional sienten gran apego. Su valor estético y arquitectónico se define por su proporción, altura y por su estilo neo-colonial en versión de fortificación, adaptado para la tipología arquitectónica de un faro, propio del Plan Serena.
El paso del tiempo, la humedad, y el descuido por parte de la gente, entre otras razones, dañó su estructura, por lo que fue necesaria una completa remodelación, que consistió en pintado interior y perimetral, cambio de baldosas, la instalación en su interior de un centro de información turística bilingüe, baños públicos incluyendo a personas discapacitadas, un acceso universal con rampas para personas en silla de ruedas y pasamanos.
La remodelación total tuvo un costo de $ 1.446.690.438. A la fecha lo han visitado 6.626 personas.
Sobre la restauración de este símbolo comunal, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, manifestó su satisfacción, ya que «con esto se recupera un hermoso espacio que posee una historia y significado muy relevante para la ciudad y el país, por lo que verlo así, en las condiciones en que está funcionando, produce gran alegría y emoción. Ahora invitamos a todas y todos los habitantes de La Serena, y a quienes nos visitan, a cuidarlo y a que se acerquen a conocer este símbolo de la segunda ciudad más antigua de Chile».
Está abierto de lunes a domingo, en horario de 11:30 a 14:30 horas y de 15:00 a 19:00 horas.