Falleció el martes por la tarde en Santiago, tras batallar contra un cáncer. Desde 2018 dirigió la cartera en la región y en el Minvu es recordado como un «buen jefe».
El martes por la noche un velo negro cayó en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en el edificio de calle Almagro, en La Serena. Ayer por la mañana las banderas a medio izar daban cuenta de lo que había ocurrido. Sí, en sus oficinas faltaba el jefe: El seremi Hernán Pizarro, que lamentablemente falleció en Santiago producto de un cáncer, que lo tenía con licencia médica desde el año pasado.
Desde 2018 se desempeñaba como el secretario de la cartera de Vivienda y Urbanismo, y será recordado como un personaje muy activo, dicen en las oficinas que hoy visten de luto. Porque en vez de vestir un traje de oficina llegaba siempre con botas y un casco, listo para salir a terreno.
Saludaba a todos
Según Marisol Núñez, asesora de gestión, la frase que más destaca de Pizarro es «menos burocracia y más acción. La rueda ya está hecha, así que no la inventemos, así que vamos a trabajar por esas familias, seamos servidores públicos».
Desafortunadamente sufría de cáncer y esa enfermedad lo sacó del cargo de seremi en enero de 2020, dejando a Abel Espinoza como el subrogante, pero nunca olvidando quien era el que estaba a cargo.
«Su escritorio no se ha ocupado desde que salió, porque siempre tuvimos la esperanza de que volvería. Pero ahora sabemos que nos acompaña de otra forma», sostuvo Espinoza.
Tristeza es lo único que se respira en el segundo piso del edifico. Aún hay hojas y carpetas en su escritorio esperando su firma. La pantalla del computador permanece apagada con la luz parpadeante, indicando que la torre está encendida.
Aunque Abel Espinoza está de subrogante, ahora hasta el término de mandato del Presidente Piñera, «siempre faltará alguien que saludaba a todos los funcionarios, desde el guardia hasta nosotros. A todos, sin falta, nos preguntaba cómo pasamos la noche. También se juntaba con el periodista para que le contara los acontecimientos, hacía reuniones de equipo, se preocupaba por nosotros».
Hernán Pizarro era ingeniero comercial de la Universidad Arturo Prat, militante de la UDI, y en el primer gobierno de Piñera se desempeñó como director regional del FOSIS (Fondo de Solidaridad e Inversión Social).
«Es un momento difícil y duro, porque estaba con nosotros desde 2018 y la relación con los funcionarios era extremadamente buena, y no sólo con ellos, sino que también lo fue con los dirigentes y otras instituciones. Para él siempre lo más importante era sacar luego la construcción de viviendas. Entendía que vivir hacinados, allegados, o con termitas en sus casas, no era digno. Lo primordial para Hernán era que cada familia tuviera una solución en su vivienda, y en eso nos pidió ser muy ágiles», reconoció Espinoza.
Mientras que Marisol Núñez lo recordará como «una gran persona, siempre preocupado, a quien le gustaba la libertad, el skysurf, y preocupado al 100% de los demás. De hecho, estando con licencia llamaba todos los días a las 8 de la mañana, e incluso por las tardes, para ver cómo estuvo el día, qué pasaba, cómo estaban los dirigentes, el servicio. En todo momento estuvo preocupado de todo lo que pasaba. No descansaba si veía que los proyectos no avanzaban. Él destacará siempre por la reactivación que le dio al ministerio: a las ciclovías, reactivación de los comités que estaban detenidos por 10 ó 15 años sin poder optar a subsidios. Él gestionó todo eso para que se pudiera hacer», aseveró Núñez.
Ambos sostienen que de Pizarro se pueden tomar muchas cosas buenas, ya sea como persona y funcionario público.
«Creo que hay cosas que no se han dicho o no se alcanzaron a decir, pero muchos lo admiramos por su gestión, pues era como un tren a mil kilómetros por hora. A los más cercanos nos sacaba mucho provecho laboral, porque entendía las urgencias de las familias y aprendimos mucho de él», comentó Espinoza.
En tanto, su asesora precisó que «vamos a seguir igual, porque sabemos que nos apoyará desde arriba. Cada uno de nosotros tiene un Hernán Pizarro dentro que nos insertó energía».
