Empresa ya se encuentra en la región, esperando algún sistema frontal para iniciar el vuelo en el lugar indicado. En el momento en que el avión libere el reactivo, si las condiciones son óptimas, la lluvia es inmediata. «A veces puede tardar hasta 15 minutos, no más que eso», destacan.

Mientras la escasez hídrica sigue haciendo estragos en la región, especialmente en la provincia del Limarí, la Junta de Vigilancia del Río Elqui, junto a Startup Renaissance, empresa mexicana de estimulación de lluvia, esperan muy pronto generar las precipitaciones que se necesita recurriendo a la tecnología de rociar partículas de yoduro de plata en las nubes desde un avión.

Parte del equipo ya está en la región, «y vamos a estar por un periodo cercano a los dos meses, pues ahorita estamos en el proceso de desaduanizar el equipo (tanques que se instalan en el avión) y el reactivo», comenta Alejandro Trueba, coordinador general del proyecto.

Tienen programados al menos diez vuelos, y si las condiciones meteorológicas así lo indican, podría comenzar a esta semana a volar un avión de una empresa nacional, modelo King Air B100, presurizado y bimotor.

Un ex piloto naval será el encargado de manejar la aeronave, pero quien lo asesorará «será uno de nuestros pilotos. El lugar es un sector dentro de un polígono -un poco menos de un millón de hectáreas- que marcó la Junta de Vigilancia del Río Elqui, quienes nos indicaron cuál es el área y dónde quieren que se den los beneficios del proyecto», explica.

Respecto a la cantidad de agua y cuánto podría caer, «estimulamos sobre nubes que traen potencial de lluvia, y podemos sacar entre un 70 y más de un 100%. Es decir que, si la lluvia trae 10mm, probablemente saquemos 18mm. Y si bien depende de la condición de la nube, está comprobado que normalmente libera hasta el 5% de la humedad que trae».

Esto no es magia

Lo importante de este proceso es que la respuesta no es tardía, por cuanto «en el momento que vaya volando y libere el reactivo, si las condiciones son óptimas, la lluvia es inmediata. A veces puede tardar hasta 15 minutos, pero no más que eso. Ahora, si el sistema frontal no ayuda, lamentablemente no se hace, porque se requieren las condiciones, esto no es magia».

Como empresa comenzaron formalmente en 2021, llevan 26 proyectos realizados y 440 vuelos con ciento por ciento de precipitación.

Alex Cortés, de la Junta de Vigilancia Río Elqui, destaca el trabajo conjunto y no se cierra a que en algún momento se pueda abrir a toda la región, «pero esto es financiando por la Junta de Vigilancia, luego de una decisión que toma el directorio de poder invertir recursos no menores, y desde entonces hemos recibido apoyo del delegado presidencial y desde Agricultura en la gestión para agilizar los procesos o en el proyecto de modificación del avión».

La inversión es de 1.258 millones de pesos, que involucra la estimulación área y terrestre. Sin embargo, «nuevamente» necesitarán el visto bueno de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) porque pretenden que el vuelo sea esta semana, de manera de tener el avión estacionado en la losa del aeropuerto La Florida.

Este martes, el equipo mexicano, junto a la Junta de Vigilancia y Carlos Ruiz, director de asuntos internos internacionales de la Corpan (Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra), quien partió con esta iniciativa en 2020, se reunieron con Ceaza, porque precisamente están trabajando en el polígono y ver los puntos donde se medirá, para de esta manera tener un buen mapeo y saber dónde estimular las nubes.
«La Junta ha determinado que sea en la parte alta, sobre el embalse Puclaro, por cuanto ahí se requiere la lluvia, para almacenarla tanto en el embalse como en la laguna», precisa.

Carlos Ruiz sostiene que desde un comienzo hizo hincapié en que «había que derribar mitos», justamente probando la tecnología, «que era totalmente distinta a la que se había usado convencional, de la bengala o generadores, toda vez que tenía una metodología y una sistematización que por lejos es totalmente profesional y que ha llevado a que incluso el Ceaza se haya involucrado. Lo importante es que la estimulación es algo certero, porque si estimulas una nube que tiene condiciones, ciento por ciento con este sistema terminará precipitando y con una reacción inmediata».

La junta de Vigilancia se sumó en 2023 financiando el proyecto, «aunque ahora viene el trabajo del Estado, pues lamentablemente debió haber cofinanciado este proyecto y no lo hizo, pero ahora, con resultados en mano, esperamos que pueda establecerse en la región un programa permanente que se necesita».

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