Por el delito de homicidio de Jorge Mario Vega Correa, de 19 años, cometido el 25 de enero de este año, por dos homicidios frustrados ocurridos en ese mismo día y por tráfico de drogas, los Jueces del Tribunal Oral de La Serena, encontraron culpables de esos delitos a Camilo Acuña Barrera, José Sandoval Pizarro, Diego Silva Castro y a Jonathan Véliz Chilcumpa, integrantes de la banda «Los Puni», que operaba en Tierras Blancas de Coquimbo.
Los medios de pruebas del Ministerio Público representado por el fiscal jefe de Coquimbo, Carlos Vidal, permitieron a los Jueces formar convicción más allá de toda duda razonable respecto a la culpabilidad de los cuatro imputados.
Es así que logró comprobarse que a las 17:00 del día 25 de enero, los acusados acompañados de otros imputados, a bordo de un auto conducido por Sandoval, concurrieron a amenazar a personas de un grupo con el que tenían rivalidades previas, los que estaban en la esquina de calle Valdivia con Balmaceda, en Tierras Blancas.
Luego de proferir las amenazas, procedieron a retirarse, pero instantes después regresaron a la misma intersección provistos de armas de fuego.
Al llegar Acuña, sacó el torso por una de las ventanillas del automóvil, percutando una escopeta en contra del peatón C.E.E.O., que estaba en la esquina, víctima que padeció lesiones serias por los perdigones que lo impactaron en ambas piernas, pero a pesar de esas heridas logró huir del sector.
Seguidamente Acuña, apuntó y disparó en contra de Jorge Vega , que no logró ponerse a salvo, cayendo al pavimento situación que fue aprovechada por el agresor para darle el «tiro de gracia» por la espalda, quitándole la vida, además no conforme con eso, el atacante percutó nuevamente el arma en contra de una tercera víctima S.E.G.G., que recibió el impacto de municiones en ambos muslos.
En cuanto a Diego Silva Castro, los Magistrados lo encontraron culpable del cargo de tráfico de drogas, que cometió en la madrugada del 20 de febrero, al ser apresado con dosis de cocaína base y marihuana en un inmueble por la Policía de Investigaciones PDI, junto a Sandoval y Véliz.
La lectura de sentencia fue programada para este lunes 24.
El fiscal Vidal dijo que el caso del homicidio fue comprobado gracias la prueba testimonial, «fue fundamental el testimonio de testigos presenciales, quienes con mucho valor declararon frente a esta pandilla. Además, la Brigada de Homicidios de la PDI realizó una prolija investigación».
A su vez, el fiscal resaltó la forma en que Vega fue rematado, «fue muy llamativo la descripción que hizo la médico legista Kathia Cabrera, respecto a que en su experiencia, son pocos los casos con que por acción de un arma de fuego se causan tales lesiones».
Añadió que los medios probatorios, permitieron descartar las versiones de los condenados, que afirmaron ser inocentes y que no habían participado directamente en los ataques, «algunos de los imputados durante el juicio mantuvieron una actitud bastante cobarde, ya que trataron de eludir cualquier responsabilidad, señalando otras coartadas como que estaban en otro lugar. Otros en tanto trataban de minimizar los graves y dolorosos resultados de sus actos. Pero aquello resultó infructuoso, por la prueba directa aportada y porque hubo numerosas contradicciones, además de falta de sustancia de las argumentaciones de las defensas».