Cientos de personas repletaron las calles céntricas de Illapel para desear buen viaje a once familias de crianceros de miles de caprinos que iniciaron un largo camino hacia a la cordillera en búsqueda del forraje.
Fue una verdadera fiesta, muy emotiva, con aplausos y vivas. Autoridades y vecinos se apostarona ver pasar a los animalitos y sus arrieros provistos de los aperos y sus amigos los perros.
Más de dos mil cabras y chivos, junto a los perros pastores, mulares y arrieros atravesaron la capital del Choapa dando vida a la cuarta versión del Día de la Trashumancia y el Criancero Caprino, instancia que decretó el Alcalde de Illapel, Denis Cortés Vargas, con el objeto de dignificar una práctica centenaria.
“Es un orgullo ver cómo Illapel sale a despedir a los crianceros caprinos. Ellos merecen nuestro respeto, más aun en estos años en que la sequía les ha impactado fuertemente. Illapel se ennoblece con esta actividad que es parte de nuestra historia es por eso que queremos pedir que se declare Patrimonio Cultural por la UNESCO”, expresó el edil. Esta cuarta versión se caracterizó por la masiva presencia de autoridades, entre las que destacan la Intendenta Regional, Hanne Utreras, Alcaldes, Concejales y Consejeros Regionales. La intendenta de la Región de Coquimbo, Hanne
Utreras destacó el trabajo realizado por el SAG, INDAP, PDI y las empresas patrocinadoras de la actividad, como Minera Los Pelambres. Además la autoridad regional se mostró contenta por la convocatoria ciudadana lograda y expresó que “estamos orgullosos de poder disfrutar de esta fiesta patrimonial y de relevar la actividad de nuestros crianceros. Como gobierno estamos comprometidos con apoyar esta actividad y por eso hemos comprometido recursos para poner en valor este patrimonio regional”.
Esta fiesta cultural continuó con la tradicional degustación de productos caprinos como el queso de cabra, y finalizó con la presentación de cantantes locales y nacionales como es el caso del folclorista René Inostroza y del humorista Pedro “Peyuco”.
En esta fecha, se inicia el periodo de veranadas en la alta cordillera chilena y argentina que por cuatro meses se convierte en el hogar de los crianceros y su ganado.
En ese lugar producen el apetecido queso de cordillera que se ha convertido en un producto gourmet.