“Una vez que retiremos todos los neumáticos, sólo va a quedar roca inerte. Por lo tanto, esperamos que nadie hable de nuevo de basurero, porque la roca removida no es considerada basura en ninguna parte del mundo”, señaló Robert Mayne-Nicholls, Gerente General de Minera Los Pelambres.
Minera Los Pelambres está avanzando en los trabajos para retirar más de 500 neumáticos mineros que están acopiados sobre el botadero Cerro Amarillo, en un sector que pertenece al territorio argentino. Este botadero fue autorizado en 2004 luego de obtener todas las autorizaciones necesarias de parte de los organismos mineros y ambientales chilenos, quienes actuaron basándose en la cartografía oficial vigente, la que indicaba que Cerro Amarillo estaba íntegramente en territorio nacional.
El error en la cartografía utilizada para diseñar y autorizar el botadero quedó al descubierto sólo en 2011. Inmediatamente Minera Los Pelambres dejó de operar en esta zona y comenzó a buscar formas de colaborar para buscar una solución, pese a que lo ocurrido no fue de su responsabilidad. En este contexto, el primer paso es la remoción de los neumáticos, para lo cual se debió habilitar un paso ocasional.
“Quiero agradecer la colaboración de los gobiernos de Chile y de la Argentina, de la provincia de San Juan y también de los gendarmes argentinos y carabineros chilenos que están a más de 3.800 metros de altura para hacer posible este trabajo y controlar que se realice de acuerdo a las normas que rigen a ambos países”, señaló Mayne-Nicholls.
En la primera semana de trabajo, ya se han removido 140 neumáticos y se estima que el proceso se completará en un máximo de tres meses. “Una vez que retiremos todos los neumáticos, sólo va a quedar roca inerte. Por lo tanto, esperamos que nadie hable de nuevo de basurero, porque la roca removida no es considerada basura en ninguna parte del mundo”, señaló Robert Mayne-Nicholls,
. “Con el retiro de los neumáticos, Cerro Amarillo vuelve a ser sólo un depósito de rocas, como muchos otros que existen en Chile, en la Argentina y en todas partes del mundo”, añadió el ejecutivo.
Asimismo, desmintió que en el botadero exista presencia de asbesto y reiteró que, por el tipo de roca que contiene, su capacidad de generar drenajes ácidos con el paso de los años es muy limitada.
“Desde el punto de vista técnico minero, que es nuestra competencia, para lograr el objetivo de “proteger el medio ambiente y evitar cualquier riesgo futuro, lo que se debería hacer es un aislamiento cierre de Cerro Amarillo. Eso es lo que realizan todas las empresas mineras serias del mundo cuando dejan de operar un botadero”, afirmó Robert Mayne-Nicholls.
En la visita realizada ayer a la zona de Cerro Amarillo, en la Cordillera de los Andes, a más de 3.800 metros de altura, participaron también la doctora Elena Peletier, Secretaria de Relaciones Institucionales de la provincia de San Juan, y el ingeniero Eduardo Machuca, Secretario de Gestión Ambiental y control minero de San Juan.