La magistrada, que dejó su dedicación exclusiva este mes, apunta a que el universitario ingirió el pentobarbital en cápsulas, según consigna El Mercurio.
“A partir de la investigación y de los profesionales que nos asesoraron, descubrimos una forma oral, a través de cápsulas, que podía alcanzar los mismos niveles (altas concentraciones de toxicidad) que la vía endovenosa o intramuscular”, sostuvo Rivas.
De acuerdo a la jueza, la hipótesis de la vía oral va más en la línea de cómo se le pierde el rastro al joven de 23 años, pues “nadie se imagina que alguien ande con una jeringa en una discoteca haciendo dormir a la gente”, agregó.
Recalca que aún no tiene un delito configurado, ya que no ha logrado acreditar la manera en la que el anestésico llegó al organismo de Coke, pero sí sostiene que el suicidio está descartado por el hallazgo del cuerpo en la ribera del río Bío Bío, camino a Santa Juana.
“Seguimos trabajando en las posibilidades de la ingesta bajo engaño, bajo coerción, con una intención de hacerle daño, de matarlo, con una intención de incluso cometer algún atentado sexual contra él o (que lo haya ingerido) sin conocer los efectos. En ese sentido, no tenemos la respuesta hoy día”, señaló.
