No eludió ningún tema. En su paso por la Región de Coquimbo, la titular de Trabajo y Previsión Social, abordó, desde luego, el ítem Reforma de Pensiones, acusando a las AFP de realizar millonarias campañas de desinformación. Pero no se quedó sólo allí, también se refirió a la Ley Karin y la importancia que tiene en el ámbito público, donde incluso autoridades han sido acusadas de maltrato, y también se manifestó respecto a la equidad salarial, enfatizando en que sigue existiendo una brecha que favorece a los hombres.

Llegó a la región a reunirse con los trabajadores muy temprano en la Gobernación regional, y luego para participar en una actividad en el Colegio Javiera Carrera, de La Serena. Pero la ministra del Trabajo y Previsión Social Jeannette Jara, también vino a transmitir el mensaje del gobierno en distintos temas, de hecho, la militante comunista refirió fuertes críticas a las AFP en el contexto de la batalla que se vive en el Congreso por sacar adelante la reforma previsional.

-¿Qué tan cerca estamos de sacar adelante una reforma de pensiones, y qué es lo que no genera los consensos necesarios en el Congreso? ¿Se ha politizado algo que en esencia es un tema netamente social?
«Estamos ante una gran oportunidad para poder avanzar, pues hemos acordado en la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado una metodología de tramitación, con temas prioritarios y un plazo concreto para despachar la reforma desde el Senado, en segundo trámite, en enero de 2025. Bajo esta metodología ya se aprobó ad referéndum uno de los contenidos de la reforma, que es el de la ampliación del Seguro de Lagunas Previsionales, mecanismo para aumentar la densidad de cotización de las y los trabajadores. Esperamos en las siguientes sesiones avanzar con otros temas. (…) Sin embargo, todavía falta la distribución de la cotización adicional a cargo del empleador, el 6%, que es uno de los nudos que no hemos podido resolver con la oposición. Espero que en el debate pongamos a los pensionados y pensionadas en el centro, pues viven con la angustia de no saber si llegan o no a fin de mes».

-¿Cuánto ha influido el lobby de las AFP?
«Creo que las AFP han hecho millonarias campañas comunicacionales que desinforman deliberadamente respecto de la reforma previsional que presentó el Gobierno; por ejemplo, cuando dicen que el 6% de cotización adicional es del trabajador, cuando es una nueva cotización que la aporta el empleador. Se oponen a todo. A las AFP no les interesa que haya solidaridad en el sistema; tampoco que se separen las funciones de la industria en inversión y en tareas de soporte. Ellas tratan de defender su muy lucrativo negocio (…) El año pasado, las utilidades de las siete AFP fueron de $ 542.695 millones, un 17% superior que en 2022, pero, al mismo tiempo, la mediana de las pensiones autofinanciadas de las jubiladas de diciembre de 2023 fue de apenas $ 47.000. Eso explica, en parte, que el sistema de AFP tenga apenas un 13% de aprobación ciudadana».

-¿Qué le parece que muchas personas ya jubiladas tengan que trabajar, porque no les da para vivir?
«Es una muy lamentable realidad y se condice con las malas pensiones que reciben hoy los adultos mayores, sobre todo las mujeres. Por eso, parte central de la reforma previsional que propuso el Gobierno es mejorar las futuras pensiones, pero también de forma sustantiva las actuales. Los adultos mayores son aquellos que pagaron con su trabajo y esfuerzo la transición desde el sistema antiguo a las AFP, y no los vamos a dejar en el sacrificio».

Ley Karin

-Era necesaria una normativa como la Ley Karin. ¿Todavía existen jefes que se creen dueños de sus empleados? ¿Hoy el trabajador va más tranquilo a su trabajo con esta ley vigente?
«Esta ley no se genera de la teoría o en forma espontánea, sino porque hay gente que la pasa muy mal en el trabajo. Esta normativa es una herramienta para que los empleadores tengan protocolos y capaciten a sus trabajadores, para adelantarse a la ocurrencia de estas conductas, porque el foco de la ley no es lo punitivo, sino lo preventivo. El objetivo es tener espacios de trabajo sanos, saludables y de bienestar».

-En la región hemos tenido casos de seremis que han sido removidos por malos tratos a funcionarios, ¿falta un mayor filtro a la hora de elegir a este tipo de autoridades?
«Estas situaciones se dan en todos los ámbitos. Por eso es tan importante la Ley Karin, la que junto con prevenir, mejora los procesos de investigación y sanción del acoso laboral, sexual y de violencia en el trabajo, tanto en el sector público como en el privado. La Ley establece diversas vías por las cuales una persona que se sienta afectada puede acudir, como la propia empresa, la Dirección del Trabajo, los tribunales o, en el caso de los funcionarios públicos, la Contraloría. Mejorar los ambientes laborales es uno de los ejes del trabajo decente», concluyó la ministra.

Empleo

-Si bien las cifras no son críticas en cuando a desempleo, sí llama la atención la cantidad de gente que trabaja de manera informal, ¿a qué se debe esto?
«Las últimas cifras del INE nos dicen que la informalidad está en un nivel similar a la de pre-pandemia, con un 28,2% a nivel nacional. Dicho eso, quiero destacar que las leyes que hemos impulsado y que ya están en vigencia, y otras en tramitación, buscan fortalecer la formalidad, como salario mínimo en $500 mil, la Ley de 40 Horas y la Ley de Conciliación de la Vida Familiar, Laboral y Personal, que incluyen medidas de corresponsabilidad y que tendrán un efecto, sobre todo, en el empleo formal y de calidad para las mujeres. La reforma previsional también será un incentivo a la formalidad una vez que se apruebe, pues los beneficios son para quienes cotizan».

-A los jóvenes les cuesta encontrar trabajo por la falta de experiencia, ¿hay un sesgo ahí de las empresas?
«En muchos casos hay razones de estudios superiores que postergan el ingreso al mercado laboral. Y en eso la gratuidad ha sido clave. Por lo tanto, no necesariamente hay algo negativo en ese plano. Sin embargo, como gobierno hemos estado analizando alternativas para promover una mayor empleabilidad entre los jóvenes».

-En cuánto a la equidad salarial, ¿se ha ido avanzando entre hombres y mujeres? Todavía los más altos cargos en el mundo privado los tienen los hombres…
«La discriminación salarial que sufren las mujeres responde a diferentes factores. Ayer (viernes), el INE publicó la Encuesta Suplementaria de Ingresos correspondiente a datos de 2023, que arrojó una brecha salarial de -23,3% en desmedro de las mujeres. Aunque esta cifra es menor a la encuesta del año anterior, cuando fue de -25,5% en desmedro de las mujeres, debemos seguir trabajando por reducir y disminuir a 0 esa brecha. No hay justicia social sin justicia de género (…) En ese sentido, recientemente el gobierno presentó indicaciones a un proyecto de equidad salarial que se discute en el Congreso, las que permitirán, una vez aprobado, establecer mecanismos más efectivos para que hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo obtengan la misma remuneración. Estamos hablando de brechas salariales que existen en todo el mundo y tienen una influencia tremenda en la capacidad de generar ingresos para las mujeres, pero también tiene una expresión de carácter previsional, dado el bajo nivel de ahorro previsional que muchas mujeres experimentan por tener salarios inferiores».

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