En un diálogo fresco y directo el Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, dio a conocer ayer en el Colegio de Artes Claudio Arrau, de Coquimbo, el Programa Nacional de Apoyo a la Educación Pública, que forma parte de la reforma al sistema educativo impulsado por el gobierno.
«No hemos hecho las tareas», así de claro fue Eyzaguirre, al inicio de su intervención ante el auditorio compuesto por unas 300 personas, al momento de explicar las falencias de la educación pública chilena.
«No es por casualidad que la Presidente Bachelet haya puesto como eje estructurante de su gobierno con un apoyo inmensamente mayoritario de la población la reforma educacional, Chile qué duda cabe, ha hecho enormes progresos y esta hermosa región es un testigo elocuente, hemos llegado al umbral de los 20 mil dólares per cápita, sin menoscabo a otros países europeos, estamos al nivel de Grecia, Portugal, alcanzando a España, lo que sin duda alguna nos puede traer alegría al corazón porque nuestro país no era así hace 20 ó 30 años y eso lo debemos al esfuerzo de todos, pero como la complacencia es mala compañera tenemos que mirarnos nosotros mismos y decir que nos falta desgraciadamente cuando vemos la educación».
La autoridad habló sobre el deterioro de la enseñanza estatal desde la década de los 80, que ha llevado a tener un sistema de educación con marcadas diferencias entre las personas de más recursos y las de menos ingresos.
«Lo que se observa es que la OCD, la organización de los países más avanzados del mundo, nos ha llevado a bautizarnos como el país con la educación más segregada del mundo, y si ya tenemos ciudades en cada región segregadas en que tenemos barrios para sectores más acomodados y barrios para sectores más vulnerables la educación es aún mas segregada y con humildad y sin ganas de darles lecciones a nadie, observamos que los países desarrollados tienen la educación pública como columna vertebral de la formación de la ciudadanía y sus capacidades, observamos en esos países que la educación pública tiene niveles de calidad incluso mayores que la educación privada y cuando vemos en esos países que la educación es completamente inclusiva por ser países con alto flujo inmigratorio. Pero nosotros somos exactamente lo contrario».
Educación particular y financiamiento compartido
Eyzaguirre dio a conocer los principales ítemes de la reforma partiendo por la situación de la educación particular, aclarando que no será excluida, sino que mejorada, «no tiene nada de malo que haya emprendimientos comerciales en la fabricación de camisas, salchichas, o en minería, pero ninguno de los que estamos acá creemos que educar tiene que estar ligado a fines comerciales, lo que no significa que no se les paguen adecuadamente a los profesores o a quienes dirigen los colegios y si vamos a poner dinero público para fortalecer el sector particular subvencionado tenemos que darle reglas al juego y si en todas partes del mundo lo que trata de hacer la educación financiada por el Estado es incluir, porque los ciudadanos van a trabajar todos juntos no por castas, por eso la educación particular tiene que ser inclusiva».
Respecto a la propuesta del fin del financiamiento compartido la autoridad dijo que «ya en democracia permitimos el financiamiento compartido, algunos dicen porque los padres no van a poder aportar para que sus hijos tengan mejor educación, no tenemos problemas con aquello, pero lo que no podemos permitir es que sea condición sine qua non, que los padres apoyen para que un niño pueda acceder a un colegio pero, ¿si los padres no tienen dinero?, entonces no pueden aportar y no pueden ir al colegio de su preferencia, si los padres quieren aportar vía centro de alumnos, vía proyecto educativo o participar en concejos escolares o a asistir los sábados y domingos para hacer del colegio algo más bonito, adelante, pero no puede ser un ticket de entrada y la educación es el lugar en que todos los chilenos y chilenas nos encontramos para forjar un futuro común».
