A las 17:00 de la tarde del lunes 20 de diciembre, una delegación de autoridades y vecinos del pueblo El Durazno fue recibida por el ministro de obras públicas, para atender los fundamentos de férrea oposición que ha presentado el embalse La Tranca, en la cabecera del río Cogoti, comuna de Combarbalá.
Dentro de los principales argumentos que a juicio del territorio no han sido debidamente dimensionados por la autoridad, se encuentra la inundación del pueblo que por más de 5 generaciones ha habitado el lugar, el último pulmón verde del valle; los más de 30 sitios arqueológicos de invaluable valor patrimonial que quedarían bajo las aguas, las deficiencias técnicas de los actuales estudios y la indudable falta de participación de quienes conocen y viven en el territorio para dar cuenta de la pertinencia y probidad de la obra.
De hecho, nuevamente se reiteró que las acciones de agua del río están concentradas en un 83% en empresas agrícolas, que serían los principales lobistas del embalse, mientras que la población local insistentemente ha señalado que no necesita embalse, menos si va a devastar el pueblo y toda la riqueza que lo habita, entre ella la flora y fauna en extinción que se ha refugiado en la zona (recientes avistamientos de yacas y vizcachas).
El ministro Alberto Undurraga, acompañado por la Jefa de la División de Riego Ivonne Marchant y el Director de la DOH Reinaldo Fuentealba , señaló que a la luz de los nuevos antecedentes puestos sobre la mesa, resultaba pertinente revisar los informes preliminares y si es necesario reconsiderar la iniciativa.
La comunidad representada por la Concejala Bernardita Cortés y 4 dirigentes de la Agrupación Ambiental del Valle de El Durazno, acompañados por OLCA (Observatorio Latinoamericano de conflictos ambientales), se manifestaron expectantes a la respuesta que en el plazo de una semana se comprometió a entregar el ministro, que con los nuevos antecedentes que le hará llegar la comunidad, pudieran redefinir el destino del embalse La Tranca.
