La agrupación «Hijos y Madres del Silencio», a través de su página web, ha logrado 86 encuentros. Todo un hito, si se tiene en consideración que llevan recién cuatro años y que ha sido gracias al trabajo voluntario de muchas personas y de las distintas redes que se han hecho a través de chilenos alrededor del mundo.
En la Región de Coquimbo, por ejemplo, aún no han hecho un catastro total de «adopciones irregulares», pero según explica Alicia Acuña, que busca a su hermano supuestamente fallecido tras el parto en 1977 en el hospital de La Serena, «recién hemos juntado cerca de diez casos, la mayoría de los hospitales de Coquimbo, La Serena y Ovalle. Acá tenemos dos esferas: la mamá buscando al hijo, y el adoptado buscando sus orígenes biológicos. Sin embargo, ninguno de los casos que estuvimos en la reunión de la agrupación los está viendo el ministro Hormazábal, aunque el abogado del programa de Derechos Humanos iba a presentar esta semana la querella en el caso de mi hermano», cuenta.
Así es. Porque el ministro de la Corte de Apelaciones Vicente Hormazábal trabaja en los casos de María Tapia Madrid, que nunca supo realmente qué pasó con su hija en el hospital de La Serena en 1973, y Silvia Muñoz Cortés, donde el cuerpo de su guagua sí fue entregado en el hospital de Ovalle en 1976. «Se está investigando y tomando más declaraciones, pero por lo pronto no se ha podido obtener ningún dato más certero», apuntó. Y también aclaró respecto a los demás casos que se están dando a conocer en la región, que «se siguen haciendo las investigaciones dentro de los dos procesos, dado que los otros no me han llegado. No sé si todo eso está focalizado con el ministro Mario Carroza en Santiago. Probablemente existía dentro de lo que él está investigando algún antecedente que se haya generado allá, por eso tiene competencia para todo este tipo de investigación o está depurándolo y en algún momento, podrá declarar si es competente respecto a alguno de ellos y mandármelo, pero en este minuto no tengo más casos», apuntó.
Y explicó, además, que «eso también lo está focalizando el departamento de Derechos Humanos que tiene actualmente el Ministerio de Justicia. Los dos casos que tenemos se han originado, incluso, por denuncias que ellos han formulado. Lo que pasa es que no puedo reunirme con ellos, salvo que hagan una denuncia. De ser así, puedo citarlos e incluso, si es un grupo grande, tener una reunión con ellos para ver cuál es la información que me pueden aportar, pero tampoco puedo perder la calidad de juez y por eso tengo que ser imparcial. Entonces, no puedo ser como el abogado de ellos, o el asesor o darles algún tipo de consejo. Lo que tengo que recibir son las denuncias o las querellas que ellos interpongan y si son de mi competencia, poder estudiarlas, investigarlas y en eso pongo todo el empeño que se puede dentro de los recursos y dentro de las obligaciones que cada uno tiene».
Insiste el ministro Hormazábal en que si la denuncia la hicieron en Santiago es competencia absoluta del ministro Mario Carroza y si no la han hecho, «tendrían que hacerla para que yo pueda recién investigar y pueda hacerme cargo de eso. Pero si no, es difícil. Como juez estoy obligado a investigar las cosas, las denuncias concretas que hagan ante mí, al igual que las querellas que interpongan. Esas cosas estoy obligado a investigar, pero no a reunirme con ellos para aconsejarlos. Quien lo puede hacer, es el abogado del programa y para eso tienen que ponerse en contacto con el Ministerio de Justicia, que tienen una sesión especial para casos de Derechos Humanos. Pero si existe alguna persona que quiere denunciar, puede venir, que es la forma de comenzar un proceso. Puede uno, dos o los diez casos venir a hablar conmigo y les tomaré la denuncia y comenzaré a investigar lo más que pueda con los antecedentes que se me entregan».
Por último, el ministro aclara que «no tengo mayores antecedentes de cómo ha estado operando la investigación en Santiago, pero lo que sí sé a través de la prensa es que son como 500 los casos que está investigando el ministro Carroza, investigaciones que se han originado, tengo entendido muy recientemente, así que es muy poco lo que se puede avanzar. Son casos de distintas fechas, distintos lugares, distintas épocas, pero no tengo ningún antecedente concreto de lo que está ocurriendo allá».
Soy Rosa Rojas R.tuve mi primer bb en hospital San Borja Arriarán a fi.es de Mayo de 1976. Nació cerca de las 07:00 AM. Después de una hora de nacido, me avisan que el niño murió por problemas cardíacos y tespiratorio, pedí 5 veces ver a mi hijo y dijeron que sevviría para la ciencia.. Me tuvieron dopada los tres días de mi estadía en el hospital. Al darme el alta, pedí ver a mi bb, pero nuevamente se negaron, diciendo que lo dejara, que el hospital se encargaría de todo. Hace dos meses en face book , apareció un joven de 41 años, que por su fecha de nacimiento y el lugar donde nació, presume ser mi hijo. Ya se hizo el ADN, falto yo para corroborar esta tremenda mentira de quienes me arrebataron a mi bebito.
Por fin se comienza a excavar toda la inmundicia de los funcionarios avarientos que se enriquecieron vendiendo nuestros hijos. Ministro que se revisen todos los casos incluyendo con la vuelta a la democracia.
Que bueno que podamos esclarecer la verdad de lo que tuvieron que pasar muchas mujeres por la ambición de otras. Espero algún día encontrar a mis hermanos pues crecí toda mi vida creyendo que era sola
Ojalá. Asi sea, necesitamos respuesta y el Estado debe encargarse de estos delitos donde estubieron involucrados funcionarios publicos de Hospitales, Registro Civil entre otros.