Los reiterados ataques a la estatua del general Manuel Baquedano en la Plaza Italia en Santiago, hizo que el Consejo Nacional de Monumentos tomara la decisión de removerla para su restauración. “Es una figura que causa división”, aseguraron desde algunos sectores. Mientras que militares en retiro le rendían homenaje y lamentaban los hechos. El episodio inevitablemente trae de vuelta a la memoria, la jornada más violenta que tuvo el estallido social en la región de Coquimbo, esa del 20 de octubre del año 2019, cuando encapuchados vandalizaron la imagen de Francisco de Aguirre y la transformaron en barricada. En el Ejército preocupa el tema y planifican ideas para evitar nuevos ataques a símbolos de la zona.
Son figuras similares que fueron atacadas por una turba en medio del malestar social que vive el país. Ambas estatuas fueron incendiadas y removidas de su lugar de origen. Manuel Baquedano y Francisco de Aguirre comparten el oficio, los dos fueron grandes militares, uno chileno y el otro español, eso sí. Pero no cabe duda que ambos tuvieron un rol preponderante en la historia del país.
La noticia actualmente está en la capital, y es que las protestas de los viernes por el centro de Santiago, terminaron finalmente por trasladar la figura del oficial a cargo de las tropas nacionales en la Guerra del Pacífico. Sin embargo, tanto en la ciudad de La Serena, como en Coquimbo, se han registrado actos de destrucción y rayados a monumentos de carácter histórico y desde la institución castrense, toman nota de aquello.
FRANCISCO DE AGUIRRE EN LLAMAS Y EN EL SUELO
El domingo 18 de octubre del 2019, llevábamos sólo dos días de levantamiento popular. La región experimentaba una de las jornadas más dura que se tenga registro. Incidentes entre manifestantes y Fuerzas Especiales de Carabineros eran portada de todos los medios de comunicación. Ese mismo día, dos personas murieron en la conurbación en medio del caos. Tras los incidentes ocurridos en el sector del Mall Plaza, los protestantes se dirigieron hacía la Ruta 5 Norte con Avenida Francisco de Aguirre.
En una ciudad en estado de emergencia, los manifestantes llegaron a la rotonda, cortaron el tránsito y sacaron la estatua de su base para luego lanzarla al fuego, sumándola a la barricada que impedía el tránsito en la carretera. Francisco de Aguirre estaba hecho barricada y el hecho daba vuelta por el país. La imagen era fuerte y categórica.
Aquella jornada y en posteriores, se hablaba que el ataque a la estatua más importante del Museo Libre de La Serena, hacía referencia al rol conquistador que tuvo el fundador de la capital regional. Sin embargo, lo ocurrido con de De Aguirre y el símil con Baquedano, no es nuevo. Lo hacían los romanos con sus representantes, sólo que ahora se evidencia con más fuerza producto del estallido que vive Chile.
Juan Rojas, sociólogo de la Universidad Central de La Serena, explica el fenómeno a través del concepto en latín “Damnatio Memoriae” traducido en “pérdida de la memoria” al español. Esto, básicamente hace alusión a una condena a la memoria de ciertos personajes divisorios y que hoy son reconocidos como héroes; bajar del pedestal, bajar la estatua, sacar la placa.
“El conquistador Francisco de Aguirre fue conocido por exterminar a los pueblos originarios, manchado con sangre y fuego, y en esa línea, rendirle culto con la principal avenida de La Serena no estaba cayendo bien, que distinto sería que estuviera Gabriela Mistral”, sentenció el profesional.
Y el general Baquedano tendría un historial similar, y es que a pesar de ser uno de los oficiales más exitosos en la historia del Ejército, las críticas a su figura vienen por sus conocidos “barridos” en la Guerra del Pacífico, donde según cuenta la historia, no se dejaban personas vivas en las expediciones por los pueblos de Perú.
Pero la estatua de Francisco de Aguirre, no era primera vez que recibía un ataque desde su llegada a la zona en el año 1952. Ya en el año 2016, desconocidos le prendieron fuego una noche de un 11 de septiembre, recordar que la obra fue un obsequio del gobierno español de la época para con Gabriel González Videla.
Actualmente, en el lugar donde se ubicaba el homenaje al conquistador no hay nada. Grupos de manifestantes incluso dejaron a “Milanka”, una mujer que representaba a la cultura diaguita. No obstante, días después apareció destruida. La división estaba instalada.
Y en ese contexto, desde la Municipalidad prefirieron no poner nada por ahora, y es que el tema genera una clara división en la ciudadanía. Lo cierto, es que la estatua de Francisco de Aguirre sufrió varios daños, aunque todos de grado menor y actualmente se encuentra al resguardo de La Dirección de Cultura y Patrimonio, escondida en Arturo Prat 451.
DESDE EL EJÉRCITO SE ANTICIPAN
El tema es complejo y preocupa a las autoridades. El estallido social no ha parado, sólo se ha congelado por razones de emergencia sanitaria, el riesgo de que sucedan nuevos ataques es latente y eso lo saben desde el Ejército. En La Serena fueron dañados; El Discóbolo de Encrinomenos, Sarcófago romano, Hebe, Demóstenes, El Portal y la base actual de Francisco de Aguirre. En Coquimbo, los rayados al memorial de víctimas de Derechos Humanos en el sector Guayacán, causaron repudio en enero del año pasado.
Consultado por Diario La Región, el Jefe de Defensa de Zona, general Pedro Pascal, señaló que desde la institución están trabajando preventivamente a propósito de lo sucedido en Santiago con la figura de Manuel Baquedano. Reconoce que hay preocupación sobre el tema.
“Estoy trabajando en eso, en el sentido que lo tenemos como una predicción para poder prevenir cualquier situación que pueda afectar a monumentos que hayan en nuestra región. En este momento tengo en mis manos el catastro de todos los monumentos, y estamos viendo las policías más cercanas, analizando más rondas seguidas por los lugares donde están ubicadas, todo eso estamos levantando”, asegura.