La Municipalidad de Ovalle es la más adelantada en la Región de Coquimbo en la tramitación destinada a abrir su propia “farmacia popular”. Su similar de La Serena acaba de presentar los antecedentes obligatorios ante la autoridad sanitaria regional, mientras que la de Coquimbo asegura estar dando pasos en el mismo camino.
Así se resumen los avances en la materia dado por los municipios de la zona, sobre la base de un barrido efectuado por Diario La Región, a raíz del interés declarado de numerosos alcaldes por contar con una repartición de este tipo.
La autorización para conformar una farmacia, del tipo que sea, es otorgada por la Secretaría Regional Ministerial de Salud respectiva. El seremi subrogante de la Región de Coquimbo, Herman Cifuentes, confirmó que la idea de contar con “farmacias populares” (iniciativa iniciada por el municipio de Recoleta, en la Región Metropolitana) ronda en varias administraciones comunales de la zona, “pero una de ellas, que es Ovalle, ha ingresado formalmen
te los antecedentes a esta Secretaría de Salud, que están en evaluación por parte de los técnicos”.
De hecho, ya se está programando para una fecha próxima la visita inspectiva que los profesionales de la Seremi deben efectuar al emplazamiento en donde será instalada la farmacia, para comprobar que el sitio cumple con las exigencias físicas (superficie, murallas lavables, condiciones de iluminación, etc.), la presencia permanente de al menos un profesional químico farmacéutico y el stock mínimo obligatorio de medicamentos exigible para cualquier farmacia.
El personero explicó que “nuestro papel, como ha sido instruido por el propio ministerio, es acompañar este interés de los municipios, en el sentido que cumplan cabalmente con las normas establecidas, tal como se ha hecho para la instalación y funcionamiento de los establecimientos de farmacia que hay en la región”.
La Serena: farmacia abierta a todos
Por su parte, el encargado de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de La Serena, Julián Gómez, informó a este medio que el miércoles recién pasado fueron ingresados formalmente ante la Seremi de Salud los planos arquitectónicos y el proyecto de operación para su farmacia comunal. De no mediar contratiempos, podría entrar en operación a más tardar la tercera semana de marzo, quedando ubicada en el subterráneo del edificio municipal de Los Carrera 301.
El proyecto considera que cualquier residente en la comuna, independiente, de su situación económica, pueda comprar en la “farmacia popular”, bastando sólo con demostrar una residencia de al menos un mes, mediante el Registro Social de Hogares, herramienta dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. “Lo consideramos cono un servicio de acceso universal”, señaló Gómez.
La farmacia permitirá que el municipio adquiera medicamentos a la Central Nacional de Abastecimientos (Cenabast) del Ministerio de Salud o directamente a laboratorios, o incluso a proveedores en el extranjero. Estos productos podrán ser vendidos únicamente al costo, sin margen de ganancias. La experiencia en otras comunas del país que ya cuentan con una de estas instalaciones indica que se logra así disponer de medicinas a un costo sorprendentemente menor que en las farmacias comerciales.
Según Gómez, el proyecto de La Serena considera incorporar también la venta de insumos médicos y contar con una oficina de fragmentación de medicamentos, con lo cual se podría porcionar medicinas adquiridas por volumen. “Eso permite comprar medicamentos a una escala mayor y entregarlos al menudeo. Por ejemplo, si alguien necesita tomarse ocho pastillas, se le entrega esa cantidad. Eso permite avanzar de 300 a 1.000 medicamentos que proporciona Cenabast”, aseguró.
El funcionario recalcó que la carga financiera que la farmacia le demandará al municipio por la adquisición de mercaderías se verá compensada por la merma en los gastos asociados a los numerosos subsidios que la institución otorga a residentes de escasos recursos o con enfermedades de alto costo de tratamiento, los cuales actualmente se conceden en relación a los precios que cobran las farmacias comerciales.
