En concejo de este miércoles, terminaron de revisarse los permisos de los recintos que corresponden a distintos sectores de la capital regional. Los colegiados cuestionaron que no se «midió con la misma vara», fundamentalmente a los locales del centro de la ciudad, donde se producen mayormente delitos e incivilidades, y aseguraron que «se perdió la oportunidad de recuperar la zona».

El tema de la renovación de las patentes de alcoholes en el centro de La Serena, viene dando que hablar desde hace bastante tiempo, y hace dos semanas generó una intensa discusión en el seno del concejo municipal. Resulta que, en la oportunidad, se renovarían o no los permisos de 492 locales de la capital regional, los cuales, aparentemente, no habían tenido problemas con la comunidad ni habían sido cuestionados en ninguna materia. Pero aquello no era tan así, ya que el día anterior, en la comisión de seguridad, se habían agregado 9 locales «problemáticos», los que, a juicio del concejo, debían ser votados aparte, junto a otros nueve cuya patente efectivamente se vería en forma separada, ya que presentaban cuestionamientos.

Contra su voluntad

Pese a que los concejales no querían darle el permiso a locales que ellos mismos determinaron eran foco de incivilidades, finalmente se terminaron aprobando todos, ya que algunos esgrimieron que votar en contra implicaría ir en desmedro de los recintos que sí estaban haciendo las cosas bien.

Finalmente, el día de ayer se llevó a cabo la votación de los nueve recintos que para el edil Roberto Jacob, y de acuerdo a los antecedentes que él manejaba, sí estaban provocando molestias a los vecinos e infringiendo una serie de normativas, algo que fue compartido por los concejales, pero no le perdonaron al alcalde el que no hayan estado en tabla los otros nueve que ellos indicaron semanas antes, ya que, insistieron, también debían analizarse de manera especial. Así las cosas, y discusiones aparte, se terminaron rechazando cinco de nueve patentes, lo que hace un total en el proceso de 497 renovadas y las ya mencionadas sin un nuevo permiso. Eso sí, éstas todavía pueden optar a un recurso de reposición dentro de los plazos que estipula la ley.

«Un fracaso»

Para el concejal por La Serena y presidente de la comisión de seguridad del concejo, Félix Velasco, este proceso de renovación de patentes de alcoholes fue un fracaso desde el punto de vista de lo que hubiese representado «ser más riguroso y medir a todos con la misma vara al momento de tomar las decisiones», expresó el colegiado.

Y claro, sacó a relucir lo acontecido en el concejo anterior, donde tuvieron que aprobar de manera prácticamente obligada patentes que presentaban las mismas dificultades que algunas que fueron rechazadas el día de ayer por el propio edil Roberto Jacob.

«Es que no se entiende. Se rechazaron patentes por mal funcionamiento, y nosotros, en la lista que elaboramos con los locales de calle O’Higgins, teníamos recintos que estaban mucho peor. La verdad es que es una cosa irrisoria», manifiesta Velasco.

Y prosiguió, «yo me pregunto, cuál es la razón por la que se actúa de una forma con unos recintos y de otra manera con otros. Aquí, por ejemplo, se aprobó un local que, si bien tiene patente de cabaret, eso no le permite hacer cualquier cosa. Lo que le permite es hacer algún tipo de show o espectáculo artístico en sus dependencias, pero un espectáculo de verdad, no uno que tenga que ver con subir a bailar a una mujer con poca ropa o permitir que ellas se sienten en la falda de los clientes y consuman alcohol con ellos. Eso no está permitido, y mucho menos está permitido el comercio sexual dentro de los locales, que todos sabemos que se produce, pero dejamos que sigan», expuso un enérgico concejal, quien considera que «La Serena se perdió una gran oportunidad de recuperar la seguridad en el centro».

¿Un retroceso?

Para la concejala Pamela Salomé, los resultados que finalmente se obtuvieron respecto a la renovación de patentes, «definitivamente implican un retroceso para el tema de la seguridad, en la que veníamos avanzando, o eso se suponía».

Al igual que Velasco, dice no entender los criterios utilizados, o más bien las diferencia entre éstos. «Los concejales teníamos otros recintos de calle O’Higgins, donde se denunciaron que estaban pasando cosas reñidas con la ley y la norma, y el alcalde se hizo el loco. Entonces hoy vemos que se les renueva la patente, no sé por qué razón, a locales que están muy cuestionados también y nadie entiende nada, porque finalmente, con todo lo que ocurrió entremedio, no queda claro si en definitiva se les aprobó a los que se le tenía que aprobar y se les rechazó a los que se les tenía que rechazar», argumenta la concejala, quien se cuestiona si existirá una oportunidad igual, en el corto plazo, para empezar a «reestructurar el centro y sacar la delincuencia, las incivilidades y todas esas cosas que han matado al sector. ¿Porque tú crees que el que cuatro o cinco locales dejen de funcionar por un tiempo arreglará algo?, No pues. Nada», concluye.

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